Mientras una gran porción de los precios mayoristas muestran un leve aumento, algo que el Gobierno ve con entusiasmo por la desaceleración inflacionaria, hay un rubro comercial donde no se observa el mismo fenómeno, sino todo lo contrario: el de los lácteos.
Los derivados de la leche acumulan aumentos que superan el 100% desde la llegada de Javier Milei al Gobierno, y la brecha de precios con el resto de los productos clásicos en las meses de las familias se agranda cada vez más. En este sentido, el consumo de los lácteos se desploma ante la caída de los ingresos.
En el último informe del Indec, el rubro de alimentos y bebidas acumuló en el primer cuatrimestre del año un aumento del 59,9%. Sin embargo, la leche, productos lácteos y huevos aumentaron 88,2%. Es decir, la brecha del aumento es de casi 30 puntos.
Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), la leche y productos lácteos abarcan el 10% del total de gastos en alimentos y bebidas de los hogares y 4,4% del total de gastos. Sobre la frecuencia de compra de productos lácteos, el 53,4% compra leche una vez por semana, el 48% quesos una vez por semana, el 38% el yogur y el 20% la manteca.
El director ejecutivo de OCLA, Jorge Giraudo, aseguró que esta gran diferencia entre los precios mayoristas y minoristas se deben al "shock inflacionario y devaluatorio", tras el cual "el sector comercial remarcó por las dudas y se quedó largo". "Estimamos que pronto se dará una convergencia entre las subas de precios y los incrementos salariales, y se retomará el consumo, que cayó casi 15% en productos de valor agregado, especialmente", agregó a El Destape.
En los primeros tres meses del año, hubo una caída de consumo total del 17,3% y del 18,9% en el consumo per cápita, siempre medido en litros de leche equivalentes. Analizando por grupo de productos, hubo una caída muy importante en todos los rubros, salvo quesos, que cayó un 8,8% en litros equivalentes.