Con las firmas de Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz, la Corte Suprema dispuso la creación de una Secretaría Penal Especial que se haga cargo de las causas de la actual Secretaría Judicial N° 3, a cargo de juicios de lesa humanidad y de procesos penales que incluyen, entre otros, juicios penales contra los expresidentes Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
La maniobra, sin embargo, no contó con el aval del cuarto miembro del máximo tribunal, el ministro Ricardo Lorenzetti, quien no solo votó en contra, sino que fundamentó su disidencia con una explosiva carta en la que acusa a sus tres colegas de estar operando políticamente para asegurarse mayorías y cuotas de poder ante el inminente arribo de dos nuevos jueces: Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
“La invocación de principios de buena gestión no logran iluminar la oscuridad de los intereses que inspiran una serie de decisiones de los últimos tiempos en materia de Superintendencia de esta Corte Suprema. Es lo que ocurre cuando la excelencia es desplazada por la ambición”, escribió en el primer apartado de su escrito.
Lorenzetti acusó “falta de fundamento de una serie de decisiones apresuradas para crear oficinas, direcciones e ingresos” y designaciones “con cargos de funcionario, sin concurso, en base a la amistad o el parentesco y contrariando la expectativas de austeridad que la sociedad argentina exige”.
Para el juez, “la real intención” de la medida “es que los casos penales importantes queden bajo la gestión de un secretario que responda a directivas que no se publican, lo que es totalmente inapropiado y no genera precisamente confianza”.
La real intención es que los casos penales importantes queden bajo la gestión de un secretario que responda a directivas que no se publican, lo que es totalmente inapropiado y no genera precisamente confianza
Y enumeró una serie de decisiones que evidencian “un patrón de comportamiento que se ha producido en los últimos dos años”, entre las que nombró la remoción del contador Daniel Marchi, luego de haber denunciado el irregular manejo de la Obra Social por parte de la mano derecha de Horacio Rossatti, el periodista Silvio Robles.