Como “una provocación más” del Gobierno hacia el sector científico asumió Adriana Serquis la designación de Lilia Lemoine como secretaria de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados. Una más, en un contexto en el que la preocupación para la exdirectora de la Comisión Nacional de Energía Atómica, se generaliza para todo el sector nuclear.
No solo por la continuidad de grandes proyectos- como la finalización del reactor CAREM- sino por urgencias mucho más pueriles: dentro de dos semanas no se va a poder pagar la luz en algunos centros de investigación.
Por otro lado, la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT), con la contribución de la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, presentó cartas de empresas y cámaras empresariales, en las que manifiestan su inquietud por la situación de la ciencia y la tecnología. Allí, manifestaron su "profunda preocupación y descontento respecto a las políticas ejecutadas por la actual administración". "Convencidos de que el ajuste brutal que está sufriendo el sistema científico tecnológico nacional atenta contra su propia existencia, lo instamos respetuosamente, una vez más, a tomar medidas inmediatas para evitar su destrucción", agregaron.

"Creo que el mayor problema es la falta de previsión para el resto del año. Es algo que viene hace tiempo y que afecta a todo el ecosistema de la energía atómica en Argentina, esto incluye a la NASA (Nucleoeléctrica Argentina) y a INVAP, y a todas las universidades con las que trabajamos. Muy pronto no vamos a poder pagar los servicios básicos. Dentro de una semana o dos no se va a poder pagar la luz o el transporte en algunos centros. Entonces, hay preocupación porque no está garantizada la continuidad del funcionamiento de todo un ecosistema de producción", aseguró Serquis para Diario Con Vos sobre su sucesor, Germán Lavalle, al frente del CNEA.
Respecto de la Ley Bases, de aprobarse, la misma habilitaría que el desmoronamiento se haga con mayor facilidad, a través del artículo 3° y el 52° específicamente. "Al CNEA no lo pueden cerrar, pero le dan la potestad al ejecutivo de reorganizarlo, cambiar su visión y su estructura", añadió.
"Estamos pidiendo un refuerzo presupuestario desde comienzo de año, pero no hay respuestas. Todo hace pensar que están ideando en otro modelo de desarrollo nuclear, volcado hacia la rentabilidad privada. Pero una empresa que opera centrales nucleares debe velar por mucho más que los balances. El sector atómico argentino es reconocido internacionalmente por la rigurosidad con que ha desarrollado y cumple una doctrina de seguridad. Pero ahora, por ejemplo, Nasa, que es la empresa que opera nuestras centrales, conformó un nuevo directorio en el que ninguna persona tiene conocimiento técnico sobre el manejo de las centrales. Hay muchos protocolos de seguridad que deben cumplirse y para hacerlo, hay que saber de qué se trata", detalló.
En ese sentido, la designación de Lilia Lemoine al frente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la cámara baja fue recibida como una provocación más de este gobierno hacia el sector científico-tecnológico. "Alguien que declaró abiertamente creer en la tierra plana pone en riesgo la necesidad de tener un sistema científico robusto. Uno puede no estar completamente formado en ciencia y tecnología sin estar en contra del desarrollo científico. Algo que ningún país del mundo desarrollado hizo: retroceder la inversión del Estado en el desarrollo tecnológico", indicó Serquis.
En esa sintonía, el doctor en Física y profesor de la Universidad del Litoral Pablo Bolcatto duda de cuáles podrían ser los aportes de la legisladora. "Uno tendría que pensar que los aportes no van a ser muy fructíferos, porque no es alguien que conozca el ambiente, que conozca la temática, que tenga una concepción hasta geopolítica de cómo tiene que ser la ciencia argentina. Creemos que lo que más razonablemente uno puede esperar de parte de ella es que venga a tratar de destruir el Sistema Nacional de Ciencia y Técnica", sentenció.
El científico reconoció que, con este panorama, hay colegas que están evaluando migrar, otros que ya han migrado y otros que planean volcarse al ámbito privado con muchísimos mejores sueldos. "Son pérdidas notables para los grupos de investigación. El panorama de futuro es complicado es difícil de pronosticar, pero todo hace prever que vamos a tener una pérdida de recursos de humanos de altísima calificación este en el futuro".
"Puedo nombrar tres grandes programas que estaban en plena vigencia y que estaban cambiando cualitativamente la matriz de todo el sistema: el Programa de Fortalecimiento de Recursos Humanos, que iba a permitir que ingresen doctores a la a todos los organismos de Ciencia y Técnica; el programa de Equipar Ciencia Federal, que permitía la adquisición de equipamiento de gran mediano y pequeño porte en distintas convocatorias; y el Construir Ciencia que daba la posibilidad de mejorar la infraestructura edilicia, por ejemplo, para mejorar esos laboratorios con el equipamiento nuevo que iba a venir", detalló sobre los proyectos que corren peligro de perder continuidad por el desfinanciamiento del gobierno.
Bolcatto hizo foco en el no cumplimiento de la ley de financiamiento de la ciencia y técnica, que está vigente, y que se está consolidando en una reducción del 30% respecto del año pasado, "cuando en realidad teníamos una rampa de crecimiento en porcentaje del PBI hasta el 2030".
"En cada uno de los organismos podemos nombrar dos o tres programas de insignia, que corren riesgo o que ya están siendo desfinanciados como los de la Comisión Nacional de Energía Atómica, los reactores CAREM y RA-10, que es por los cuales íbamos a ser pioneros mundiales, y esto también estaba sustentado y soportado por una política de Estado pública que llevaba décadas y que ahora está en pleno peligro real", explicó.