El cuadro del pintor francés Gustave Coubert, El origen del mundo (1866), fue intervenido por dos mujeres activistas, que pintaron con aerosol rojo el lema "Me Too" por encima del vidro protector. Por el acto, la seguridad del lugar intervino y quedaron detenidas.

La pintura esta exhibida en el Museo Pompidou de Metz, la ciudad al noreste de Francia, donde se estaba realizando una convención sobre el psicoanalista francés Jacques Lacan, cuando se produjo el hecho. Había sido prestada por Museo de Orsay de París, al que pertenece, para la exposición.

La abogada de una de las participantes del acto de protesta informó que la acción se enmarca en la campana "No se separa a la mujer del artista", movimiento internacional de "jóvenes mujeres artistas de todas las disciplinas" que cuestionan que "lo que estaba permitido en otra época, ahora los jóvenes ya no lo quieren", informaron los medios locales.

"Deborah de Robertis es una gran artista que nos cuestiona, nos hace reflexionar y nos incomoda", aclaró la abogada. Las autoridades también indicaron que están revisando las cámaras de seguridad del lugar y que podría haber una tercera persona implicada.

El origen del mundo, que data de 1866, es uno de los cuadros más emblemáticos de la historia de la pintura, tanto por su valor artístico como por la controversia que ha generado, ya que fue acusado de "ultraje a la moral religiosa" por el detalle hiperrealista con el que el Coubert pintó los genitales femeninos.

El pintor lo hizo a pedido de un diplomático otomano llamado Khalil-Bey, y en 1955 Jacques Lacan lo compró y no lo hizo público. En 1981, tras la muerte del psicoanalista, la obra pasó a ser propiedad del Estado francés y desde 1995 está en exhibición en el Museo de Orsay; aunque cuando lo colgaron por primera vez, la dirección de curaduría del Museo eligió colgarlo en una sala apartada y bajo intensa vigilancia, para preservarlo de las reacciones que pudiera provocar.