Petri posó con Cecilia Pando y un grupo de esposas de genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad después de un acto en el que el ministro dijo que las Fuerzas Armadas fueron "demonizadas" tras conocerse su actuación en los 70s.
El ministro, después de su paso por Rosario, asistió la presentación de un libro sobre el integrante del Ejército, Argentino del Valle Larrabure, en el Círculo Militar. Pando y las esposas de miembros del Ejército condenados por delitos de lesa humanidad le reclaman al oficialismo que cumpla con sus promesas de campaña y libere a los genocidas detenidos.
En la presentación, en la semana de la Memoria, Petri se pronunció sobre el militar homenajeado reescribiendo el discurso que dio Néstor Kirchner hace 20 años cuando retiró a los marinos de la exESMA: "Vengo a pedir perdón por el olvido de la democracia con este héroe. Algunos dirigentes demonizaron a las Fuerzas Armadas que actuaron en la década del 70", dijo frente a la cúpula militar presente en el acto.
Además, mencionó que "hay 'un hilo conductor' entre el combate al terrorismo del pasado y la necesidad de actuar en Rosario". Terminada la presentación, Petri posó con Pando y las esposas en una foto que la titular de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA) expresó: "El ministro de Defensa comparó el narcoterrorismo con el terrorismo marxista de los 70, en un encendido homenaje al Siervo de Dios Larrabure".
En la foto, además de Petri y Pando, están Ana Magi, la esposa de Ernesto 'Nabo' Barreiro, condenado a prisión perpetua por crímenes en La Perla de Córdoba; María Inés Hansen, esposa de Aldo Martínez Segón, condenado a perpetua por crímenes en Chaco y María Inés Lamolla, esposa de Carlos Esteban Plá, condenado a perpetua por crímenes en San Luis. Todas ellas firmaron una carta en la que pedían por la liberación de sus maridos.
"Por qué las autoridades no cumplen con las promesas hechas a los familiares de las víctimas del terrorismo judicial de hoy y abandonan a quienes lucharon también por las vidas de ellos y los retienen presos hasta los 100 años sufriendo tratos crueles y degradantes", se lee en el documento al que accedió La Nación.
Desde el Gobierno le habían dicho a los sectores pro-represores que iban a evaluar medidas para los mayores de 70 años, para que puedan acceder a la posibilidad de la prisión domiciliaria.
