Luego de ser campeón del mundo las cosas no le están saliendo bien a Alejandro “Papu” Gómez. El futbolista del Monza de Italia, club en el que apenas jugó dos partidos debido a un doping positivo, deberá cumplir con la suspensión de dos años luego de que la Justicia rechazara su pedido de apelación. De esta manera, la idea del retiro comienza a tomar cada vez más fuerza.
"El recurso fue rechazado, que yo sepa. El club lo comunicará", indicó Raffaele Palladino, técnico de Monza, en su última conferencia de prensa antes del partido con Genoa. El mediocampista campeón del mundo dio positivo en un control antidopaje a mediados de noviembre de 2022, cuando todavía jugaba en Sevilla, y se conoció casi un año después, cuando ya estaba en Italia.
Ahora, Papu Gómez tiene 15 días para pedir un descargo. Su deseo es reducir la sanción al menos por un año, algo que parece poco factible. Si su situación no se resuelve favorablemente, toma cada vez más fuerza la chance del retiro, ya que tiene 36 años y su contrato en Monza vence en junio.
El ex San Lorenzo y Arsenal fue suspendido por “negligencia grave” tras haber consumido terbutalina, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). El análisis fue hecho el 23 de octubre de 2022, un día después de que el Sevilla perdió 3-1 ante el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu.
Horas más tarde, en la madrugada previa al control, el Papu argumentó que volvió a casa con una fuerte tos, motivo por el cual su esposa le administró por error una cucharada de un jarabe de su hijo con la intención de calmar la tos, sin saber que contenía esa sustancia prohibida.
Hay que remarcar que el Papu fue descalificado el 18 de de noviembre del año pasado, por lo que nde, la sentencia sería hasta noviembre de 2025. Su última aparición oficial en canchas fue con la camiseta del Monza, por la Serie A, el 8 de octubre del año pasado ante la Salernitana (también había ingresado en el duelo anterior ante Sassuolo y estaba yendo al banco de suplentes).
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