La cultura argentina está cargada de frases y expresiones que se fueron instalando en el imaginario popular a través de las generaciones. ¿Qué quiere decir "andar como bola sin manija" y de dónde proviene esa frase?
Las frases argentinas son mucho más que simples expresiones coloquiales. Son un reflejo de la idiosincrasia del país y nos permiten adentrarnos en la historia, entendiendo contextos y momentos. En cada frase se esconde una anécdota, una forma de pensar, una manera de ser.
"Andar como bola sin manija" significa no tener claro el rumbo, tanto en la vida en general como en alguna cuestión en particular. Suele ser el rótulo cruel para una persona que no sabe qué hacer con su existencia, que no toma decisiones acertadas y que va de fracaso en fracaso, pudiendo darse esta situación en su vida amorosa, académica o laboral. ¿De dónde proviene esta expresión y cuál es la curiosa historia detrás de su origen?
La historia de la frase "andar como bola sin manija"
Algunas frases argentinas se nutren de la vasta oleada inmigratoria que fusionó nuestra cultura con la de otros países como España o Italia. Pero este no es el caso de "andar como bola sin manija", cuyo origen es 100% local, ya que procede de las pampas argentinas. Desde allí, migró hacia otros contextos hasta ser usada en todo el país, sin distinción de sectores sociales.
La idea de "bola sin manija" proviene de los pueblos aborígenes, que usaban las famosas boleadoras, instrumento de caza y de combate consistente en piedras envueltas en cueros y sujetadas por tientos de guanaco o tendones de ñandúes.
En aquel entonces, tenían boleadoras de diferentes formatos y para distintos usos; unas tenían manija, que debe interpretarse como una bola más que servía para agarrar y manejar mejor el instrumento; en tanto, existían otras sin manija, que no se usaban para bolear las patas de las presas sino más bien para apuntar a la cabeza de las mismas. Se supone que estas últimas eran más difíciles de manejar o de direccionar y de ahí salió la frase, porque la bola sin manija podía tener un destino incierto.