La grafología se dedica a analizar los patrones de escritura a mano para identificar rasgos ocultos de la personalidad. En ese contexto, dos letras cobran especial protagonismo: ¿qué pueden revelarnos la "A" y la "O" de nuestro "yo" interior?
Consideradas como puertas de entrada a tu mundo interior, estas letras revelan aspectos esenciales de tu personalidad, desde tu forma de proyectarte al mundo hasta tus emociones más profundas. A través de su forma, tamaño, inclinación y presión, se esconde un universo de posibilidades que te invita a explorar tu ser.
Qué nos dice la grafología por cómo escribimos la "A" y "O"
En el mundo de la grafología, los óvalos (es decir, las letras "a" y "o" en cursiva) representan el universo afectivo. Es posible determinar qué tan amorosos y expresivos somos con quienes nos rodean solamente viendo cómo escribimos.
En esta línea, la personalidad de una persona depende de la orientación de apertura del óvalo, es decir, en dónde se corta su escritura manuscrita cuando escriben la "a" o la "o". En base a esto, una persona puede ser:
- Óvalos abiertos arriba: son personas idealistas, que no exteriorizan sus sentimientos y parecen distantes. Se sienten atraídos por lo espiritual y la búsqueda de la perfección. Suelen ser fantasiosos y tener problemas para bajar a lo terrenal.
- Óvalos abiertos abajo: son personas que se mueven por puro instinto. Disfrutan de las cosas materiales y de tener el control. Priorizan la pasión y la ambición.
- Óvalos abiertos a la derecha: quienes escriben de esta forma las "a" y "o" son comunicativos, extrovertidos y sociables. Necesitan exteriorizar sus emociones, por lo que pueden tornarse indiscretos a la hora de guardar un secreto.
- Óvalos abiertos a la izquierda: Son muy tímidos e introvertido. Les cuesta confiar y, por consiguiente, solo se sienten cómodos con poca gente.