Cerca de las 8 de la mañana, un frigorífico de Barracas sufrió una explosión, en la que hubo un escape de amoníaco. Cerca de 500 personas tuvieron que ser evacuadas y 17 de ellas terminaron hospitalizadas.
El amoníaco es un compuesto químico formado por dos átomos de nitrógeno y uno de hidrógeno. Es un gas incoloro, con un olor fuerte y característico. Se produce de forma natural en el medio ambiente, pero también se puede fabricar artificialmente.
El amoníaco es un producto químico muy versátil, con múltiples usos en el hogar y la industria. En el ámbito doméstico, se utiliza principalmente como limpiador. Es un potente desengrasante y desinfectante, que se puede utilizar para limpiar una gran variedad de superficies.
Pero a su vez, también se utiliza en otros productos de limpieza, como limpiacristales, limpiadores de baños, limpiadores de alfombras y detergentes.
Cuáles son los usos industriales del amoníaco
En la industria, el amoníaco se utiliza para una amplia gama de aplicaciones, entre las que destacan:
- Producción de fertilizantes: es un componente esencial de los fertilizantes nitrogenados, que son necesarios para el crecimiento de las plantas.
- Producción de plásticos: se utiliza en la fabricación de plásticos como el polietileno y el polipropileno.
- Producción de explosivos: se utiliza en la fabricación de explosivos como la dinamita y el TNT.
- Producción de productos farmacéuticos: se utiliza en la fabricación de algunos medicamentos, como los antibióticos y los analgésicos.
- Refrigeración de frigoríficos: el amoniaco es el refrigerante más usado desde mediados del siglo XIX debido a sus propiedades termodinámicas.
Precauciones de seguridad
El amoníaco es un compuesto químico peligroso, que puede causar irritación de ojos, nariz, garganta y pulmones. Por ello, es importante manipularlo con precaución.
Al utilizar amoníaco en el hogar, es importante seguir las instrucciones de seguridad que se indican en la etiqueta del producto. También es importante utilizar guantes, anteojos y mascarilla para evitar el contacto con la piel, los ojos y las vías respiratorias.