Luego de que sonara fuerte el nombre de Luis Toto Caputo, exsecretario de Finanzas durante la presidencia de Macri, como el eventual ministro de Economía de Milei, lo cierto es que el anuncio aún no se hizo oficial.
A tan solo cinco días de la victoria de Milei en las elecciones, la vorágine política no baja. El revuelo por la transición de gobierno parte de las idas y vueltas sobre los posibles funcionarios que asumirán los principales cargos de gestión.
Toto Caputo estaba prácticamente confirmado en Economía, pero el anuncio jamás se oficializó, a pesar de que el economista se reunió este viernes con banqueros para transmitirles su plan para desarmar el stock de Leliqs.
¿El motivo? Aparentemente, su familia no ve con buenos ojos un retorno a la función pública, ya que no tuvieron una buena experiencia la última vez. Al parecer, durante la gestión de Cambiemos, la familia de Caputo sufrió escraches y el propio exfuncionario fue denunciado ante la Justicia.
En ese sentido, "El Messi de las finanzas", como alguna vez Macri lo describió, manifestó su preocupación por las causas que todavía tiene abiertas. El caso que más lo preocupa: la denuncia que lo acusa de no consignar en sus declaraciones juradas ante la Oficina Anticorrupición que trabajó para fondos de inversión que invertían en bonos de la deuda argentina en default.
Al parecer, Caputo habría exigido el cierre de la causa como condición para asumir en la cartera de Economía. Fue a raíz de la investigación que se conoció como Panamá Papers, que salieron a la luz los documentos en los que se indicaba que Caputo manejó el fondo Alto Global Fund, con miras a comprar bonos de riesgo en países emergentes.
Ni dolarización ni cierre del Banco Central
Caputo se reunió con presidentes de bancos locales de capital privado para transmitirles tranquilidad. El exsecretario de Finanzas sostuvo que, en caso de asumir en Economía: "No habrá sorpresas".
Entre otras cosas, les prometió que no levantar el cepo el día uno del nuevo gobierno. Asimismo, les confió que no habría un Plan Bonex ni un "reperfilamiento" para resolver el problema de las Leliqs. Al contrario, prometió una política monetaria ortodoxa, con políticas de shock en lo monetario y fiscal.
En ese sentido, aseguró que el problema de Argentina es la falta de credibilidad. Y frente a la posibilidad de una dolarización, Caputo fue tajante: "No". Para el economista, el problema está en la macroeconomía. El objetivo es trazar una hoja de ruta súper ortodoxa de cara a los próximos cuatro años. Ni dolarización ni cierre del Banco Central.
¿Internas antes de asumir?
De esta manera, queda claro que en caso de que Caputo asuma en Economía, la posibilidad de eliminar el BCRA y dolarizar la economía (dos de las principales propuestas de campaña de Milei) quedan descartadas.
Sin embargo, durante la mañana del viernes la cuenta de Twitter de la Oficina de la Presidente Electo, publicó un comunicado mediante el cual ratificaba, una vez más, la decisión de cerrar el Banco Central. Dicha cuenta asegura ser "la única información oficial sobre el futuro gobierno, encabezado por Javier Milei.
Los dichos de Caputo ante los banqueros van en sentido contrario a las afirmaciones de la cuenta oficial del nuevo presidente. Al mismo tiempo, el anuncio de nombres que rápidamente fueron descartados, como el de Emilio Ocampo en el BCRA, harían suponer que, a cuatro días de haber ganado las elecciones, una fuerte interna se desata en el futuro gobierno.
La disputa se estaría dando entre referentes del equipo de Macri y de La Libertad Avanza por los principales puestos del futuro gobierno, aunque algunas fuentes del entorno de Macri lo desmienten. Según afirman, los nombres cercanos al expresidente que sonaron para asumir en el gobierno de Milei (como Caputo o Reidel) no serían decisión de Macri.
De acuerdo con esta versión, Macri habría dado vía libre a Milei para definir su gabinete a piaccere, despegándose de esta manera del presunto nombramiento de Caputo. El punto central para Macri sería la negociación del presidente de la Cámara de Diputados, ya que es quien garantiza la gobernabilidad. Así, Macri no tendría apuro para presionar sobre la danza de nombres que giran en torno al gabinete del libertario y cree que su oportunidad se va a dar con el paso del tiempo.