Al norte de la Ciudad de Gaza, entre las ruinas que dejan las bombas, las tropas israelíes se enfrentan a Hamas, mientras los hombres de la organización palestina resisten una ofensiva en pinza que llega desde el norte y el sur de la capital de la Franja de Gaza. Al mismo tiempo, Hezbollah lanza misiles desde el Líbano contra Israel, mostrando la voluntad de Irán de incrementar su compromiso con la guerra en Medio Oriente.
Ebrahim Raisi, presidente de Irán, publicó pocos días atrás una amenaza directa contra Israel en Twitter, y Esmail Qaani, el comandante de la fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), llegó al Líbano hace unos días para coordinar con Hezbollah.
Luego de una serie de combates en Hanun y Beit Lahia, las ciudades más cercanas a Israel, una columna de las FDI se ubicó al norte de la ciudad de Gaza. Además, continúan los ataques aéreos y las bombas sobre Gaza, con las que Israel alcanzó a Nasim Abu Ajina, el comandante del Batallón Beit Lahia de la Brigada Norte de Hamas y líder de los terroristas que cruzaron el sábado 7 de octubre a Israel para asesinar a cientos de personas.
Por el momento, las fuerzas israelíes parecen haber controlado el norte de la Franja de Gaza, forzando a las células de Hamas a retirarse a sus túneles o al sur de la línea impuesta por las FDI. Las tropas de Israel están a poco más de dos kilómetros del cuartel general de Hamas, el principal objetivo de la operación israelí. Este consiste en una ciudadela protegida por cientos de miembros armados de Hamas, con miles de cohetes, misiles y granadas antitanques tanto caseras como de origen iraní, de Corea del Norte y de Siria.
