Después de que Sergio Massa volviera de Washington con el desembolso de 7500 millones de dólares aprobado por el directorio del FMI, el organismo de crédito informó que Kristalina Georgieva pidió "actualizar las tarifas de la energía y contener los salarios públicos y las pensiones, sin dejar de proteger el gasto prioritario en programas sociales y en infraestructura".
La titular del FMI remarcó que "la reciente realineación del tipo de cambio, sumada al endurecimiento de la política monetaria, debería ayudar a promover la acumulación de reservas y al mismo tiempo limitar el efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación".
De acuerdo al comunicado oficial del organismo, las declaraciones tuvieron lugar "al término de las deliberaciones del Directorio Ejecutivo". "Las intervenciones en el mercado financiero y de futuros también serán limitadas y temporales, y se centrarán en corregir condiciones de desorden", advirtió Georgieva.
Además, la máxima autoridad del Fondo criticó los tipos de cambio múltiples, las restricciones cambiarias y las medidas de gestión de los flujos de capital y aseguró que "se replegarán gradualmente conforme lo permitan las condiciones, ya que no son una sustitución de una política macroeconómica sólida".
La gerente del FMI reveló que acordaron "que en años posteriores se habrá de acelerar la consolidación fiscal con medidas de alta calidad enfocadas en el gasto y el ingreso". Aunque también reconoció que la concreción del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner es "un hecho positivo".
Georgieva destacó que es "crucial" contar con "un amplio respaldo político". "Para resolver los profundos desafíos a los que se enfrenta Argentina se requerirán los esfuerzos de futuros gobierno", concluyó la presidenta del directorio.
La próxima revisión del acuerdo está prevista para noviembre, algunas semanas después de las elecciones del 22 de octubre en el que alguno de los cinco candidatos a presidente podría ganar en primera vuelta.