La represa hidroeléctrica que fue destruida se encuentra en la región de Jersón, Ucrania, sobre el río Dnipro y está ocupada por Rusia desde el inicio de la invasión. Desde Kiev denunciaron que se trató de un "crimen de guerra", hay 24 pueblos inundados y 16 mil personas que habitan la zona fueron afectadas.
La acusación se produjo este martes; el Andriy Yermak, el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania acusó a Rusia de "ecocidio" y agregó, "los rusos serán responsables de la posible privación de agua potable para las personas en el sur de la región de Jersón y en Crimea, la posible destrucción de algunos asentamientos y la biosfera”, según la CNN.
Por su parte, Rusia sostuvo que el ejército ucraniano llevó a cabo "múltiples ataques" en la zona que resultó inundada.
Desde las autoridades ucranianas acusaron a Rusia de detonar la represa como parte de su accionar militar. Oleksander Prokudin, el responsable de la administración militar ucraniana en Jersón, informó que varios pueblos quedaron "total o parcialmente inundados".
El administrador Prokudin comunicó, "unas 16.000 personas se encuentran en la zona crítica, en la orilla derecha de la región de Jersón”, a través de las redes sociales. La represa de Kajovka que se destruyó está tomada por Rusia desde el inicio de la invasión y provee con agua a Crimea, península anexionada a Rusia en 2014 pero que continúa siendo un territorio que ambos países se disputan.
Andriy Yermak denunció que se trataba de un "crimen de guerra" y agregó, "el objetivo de los terroristas es evidente: crear obstáculos para las acciones ofensivas de las fuerzas armadas".
Del lado ruso, según Vladimir Leontiev, el alcalde del municipio de Nova Kajovka designado por Moscú, la responsabilidad corre por cuenta del ejército ucraniano, ya que acusaron a Ucrania de efectuar "múltiples ataques". Según sostuvieron desde el gobierno ruso, estos ataques destruyeron las válvulas de escape de la represa y provocaron "un flujo de agua incontrolable".
