Renzo Chidichimo asesinó de siete disparos a Rocío González, quien era su compañera de trabajo. Ella lo había denunciado por acoso dos veces. Sin embargo, se presentó en el local en Saladillo donde trabajaban ambos, la mató y escapó. Hoy, la familia informó que ya fue detenido.
El asesino, de 25 años, la acosaba sistemáticamente. Tras las denuncias realizadas por la joven, tenía la orden de no acercarse a ella a menos de 200 metros de distancia. Esta medida no impidió que la asesinara el viernes pasado de siete disparos para fugarse después. Rocío falleció en el Hospital Zonal General Doctor Posadas a causa de los balazos.
La tía de la víctima contó que Chidichimo la había amenazado dos días antes de matarla. "Ella, dos días antes de lo sucedido, le comentó a mi hermano que este señor le había dicho que contara los días, que disfrutara, que ya le quedaba poco", dijo.
Además, aseguró que el atacante "fue directamente a matarla” y que lo tenía todo “premeditado” y "pensado", al punto que “no le dio tiempo de apretar el botón antipánico” que tenía en su poder a raíz de las denuncias previas que había realizado. La mujer confirmó que existía una orden de restricción pero que el asesino "no acató la ley".
Patricia Hortel, la fiscal a cargo de la causa, declaró en el noticiero de C5N que Chidichimo tenía una medida cautelar en su contra que en un principio cumplió, pero que después no. Eso derivó en una segunda denuncia civil por parte de la víctima.
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