Carlos Marcelo Di Stefano viajó a España para cumplir su promesa de matar a su ex y a sus hijos. Las autoridades españolas lo detuvieron en Madrid, pero logró quitarse la pulsera electrónica otorgada por la Justicia del país europeo y escapó de vuelta para Argentina, donde fue detenido en Ezeiza.
El 26 de mayo pasado, una mujer encontró un celular pegado a su auto. Al notarlo, se dio cuenta de que se trataba de su ex: la había seguido a España para cumplir la promesa de asesinarla a ella y a sus hijos. Inmediatamente, lo denunció ante la policía española y las autoridades pudieron identificar al titular del celular secuestrado. Según las investigaciones, ese celular fue comprado en España con un pasaporte argentino a nombre de Di Stefano.
Este hombre había entrado en España para intentar matar a su ex un mes antes del hallazgo del celular y se estaba alojando en un hotel, pero se ordenó su detención y lograron interceptarlo en el aeropuerto madrileño de Barajas, mientras intentaba abordar un avión de vuelta a Argentina. Di Stefano permaneció detenido en Madrid unos días hasta que fue liberado. Por disposición judicial, debía utilizar una pulsera electrónica para su seguimiento.
Di Stéfano se sacó la pulsera y escapó de España hacia Argentina. Finalmente, lo detuvieron en el aeropuerto de Ezeiza. Ahora, tendrá que enfrentar las causas que pesan sobre él para la justicia nacional: 30 denuncias por violencia de género, 11 hechos por amenazas elevados a juicio oral, 12 perímetros de exclusión otorgados en Argentina y una acusación por incumplimiento de los deberes de asistencia familiar de 13 millones de pesos.
Este lunes se iniciará uno de esos juicios por 3 hechos de amenazas, insolvencia fraudulenta e incumplimiento de los deberes de asistencia familiar. Di Stefano llega a esa instancia judicial detenido.
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