La histórica sequía que sufrió la producción agropecuaria durante la campaña 2022/23 no sólo se explica desde la caída de la producción nacional de granos, sino que también se puede evidenciar en las estadísticas del transporte de carga.
De acuerdo al análisis de Diego Bertezzolo, CEO y founder de Avancargo, "la disminución de carga en este año es relevante, con caídas superiores al 50% en el ingreso de camiones a puerto y 40% en transporte de granos en general".
Cabe destacar que el Programa de Incremento Exportador (PIE) en sus tres versiones de soja (sep y dic 2022 y abr/may 2023), generó un mayor flujo en la comercialización del poroto, que de otra manera, probablemente aún estaría en su gran mayoría en los campos argentinos.
Para Bertezzolo, esta caída "puede no ser asfixiante si los transportistas cuentan con capacidad de adaptarse".
Soluciones para el transporte
"Una de las soluciones puede estar en preparar las unidades y choferes para realizar otro tipo de cargas, salir de la zona de confort y abrir nuevas puertas que contrarresten la merma del volumen habitual", indica el especialista en transporte.
Parte de esos cambios pueden producirse si los transportistas adaptan las unidades para la realización de cargas peligrosas; amplían la zona de carga y se enfocan en la cosecha de cultivos menos afectados u otro tipo de carga granel o paletizada.
"Mientras el agro sufre por la sequía, otras industrias como el oil & gas y minería no encuentran todas las unidades que requieren", aclara.
Adaptarse rápidamente
Para el directivo, "preparar la flota y choferes para nuevos tipos de carga, ordenar la documentación requerida por ley y salir del área de confort para buscar nuevas oportunidades son las primeras acciones que los transportistas pueden hacer para adaptarse al nuevo escenario".
Para quiénes tienen dificultades para armar una estructura comercial, lo habitual es comenzar a trabajar con un operador logístico más grande. "Es una práctica que en el corto plazo tiende a dar buenos resultados dependiendo de formalidad, capacidad, respaldo y desarrollo tecnológico del intermediario", indica Bertezzolo.
"La sequía es un factor circunstancial que acentúa la problemática histórica del transporte en Argentina. Nuestro sistema nació como una herramienta de cambio para impactar social y económicamente en la actividad y en el negocio de los transportistas y de los dadores de carga", asegura.
Y finaliza: "A través de nuestra plataforma colaboramos cuando necesitan migrar a un segmento más profesional dándoles soporte para tener relaciones comerciales con dadores de carga más exigentes. Abrimos el juego para que los transportistas no sólo de las zonas más dinámicas sino de las 24 provincias del país puedan profesionalizarse y entrar como un jugador, más allá de la dimensión de su flota y negocio".