El dato importante es que en apenas dos días se anotó más soja que en todo abril en el mercado local de granos, que venía con un promedio de 40.000 toneladas por día y en sólo dos jornadas se llegó a una liquidación de 600.000 toneladas de soja y subproductos industriales.
A pocos días de finalizar la tercera edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) que busca impulsar las ventas externas de soja de la Argentina a través de un tipo de cambio diferencial de 300 pesos por dólar, los vendedores encontraron un argumento.
Ese argumento es la baja sustancial que el valor de la soja de Chicago que rompió la barrera de los 500 dólares, dado que la semana pasada cerró a 480 u$s/tn, el valor más bajo en lo que va del 2023.
Si se observa la variación del precio de la oleaginosa en el mercado internacional, desde que se puso en vigencia el Programa en los primeros días de abril, la soja sufrió una caída de 66 dólares por tonelada.
Último tren de soja
Frente a esta situación, los operadores locales consideraron que la baja internacional impactará en los precios FOB (Free on Board) caerán también, arrastrando también el precio pizarra que pone la industria para la comercialización local.
Esto explica que en los últimos días de operaciones se generó un "apuro" de venta, ya que de los 105.000 pesos por tonelada que pagó la industria la semana pasada se debe considerar el diferencial cambiario del "dólar soja".
Caído el programa cuando finalice mayo, la soja volverá a su precio interno, que según operadores podría encontrarse por debajo de los 90.000 $/tn y hasta los 80.000 $/tn.
Si bien las exportaciones del sector agroindustrial vienen a caída libre, principalmente por el efecto de la sequía en la producción nacional de granos, pero también por una incertidumbre macroeconómica donde el productor que puede, prefiere almacenar sus granos y liquidarlos para pagar futuras deudas asociadas a la campaña fina.