No para. La vida de la directora audiovisual es así: sin freno. Melanie Anton Defelippis no para ni entre respuestas. Siempre aparece alguna decisión más por tomar. A veces tiene jornadas laborales de 12 horas o llega a grabar dos videoclips en un día, como sucedió con las colaboraciones de Miranda! con Emilia Mernes y con Andrés Calamaro para Hotel Miranda!.
Pero no enfrenta el arduo trabajo de la creación audiovisual sola; con Agustín Jauregui, su pareja hace varios años, y con Sol Schostik, crearon sus propios proyectos de producción, dirección y diseño de sets: Dajaus y Bebas, respectivamente.
Con su característico pelo rosa y un overol cuadrillé lila, la directora de arte de 27 años repasó en Diario Con Vos el proceso de creación de Hotel Miranda!, remarcó qué video le gustó más dirigir, adelantó detalles del videoclip del último huésped y recordó qué fue lo que más la impactó en su paso por la Facultad de Diseño, Urbanismo y Arquitectura (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La lista de artistas con los y las que trabajó es larguísima y atraviesa varios géneros. Planeó escenografías y dirigió el arte en videoclips de Duki, Cazzu, Dillom, Bizarrap, Nicky Nicole, C. Tangana, Nathy Peluso o YSY A, pero también Abel Pintos o Las Pastillas del Abuelo, entre otros proyectos.
Cuando te animas a hacer algo distinto y lo subís, un montón de gente por ahí separada te dice: 'Che, me gusta eso y nadie estaba haciendo algo de ese estilo y a mí me gustaba y quería que haya cosas de ese estilo pero no las veía'.
Melanie Anton Def, directora creativa.
Las colegas con las que anhela trabajar también tienen nombres interesantes como la ganadora del premio Gardel a “Mejor videoclip corto” por Disciplina de Lali, la directora Rocío Gastaldi; o Pilar Zeta, la diseñadora realizó el arte del álbum A Head Full of Dreams de Coldplay. Además de sus referentes Wes Anderson y Pedro Almodóvar.
– Yo te veo bastante segura en todo lo que vos creás, por eso quiero consultar de dónde sale tanta confianza en tu criterio propio al final del día porque ponés mucho de vos en tus creaciones.
Cuando te animaste a hacer algo distinto y lo subís y ves que en realidad hay un montón de gente por ahí separada que te dice 'Che, me gusta eso y nadie estaba haciendo algo de ese estilo y a mí me gustaba y quería que haya cosas de ese estilo pero no las veía'. Entonces esas mismas personas son las que de alguna manera te alimentan a seguir haciéndolo, a decir 'Están ahí los que les gusta este estilo de video esta estética o lo colorido y que no van a salir a bardearte y decirte che re flashero o re infantil'. De alguna manera siento que se retroalimenta que si te animás esa gente o esos comentarios positivos te dan el empujoncito a seguir animándote, a tratar de meter más tu criterio y tu estética, cada vez más hasta que en un momento haces un video con flores gigantes como hice el otro día que dije 'La puta madre te fuiste al diablo', cuando volví a pensar 'Vamos a subir esto, la gente o le va a gustar o va a decir qué poronga consume esta mujer'.
– La duda está.
Tenés esa duda, el qué dirán, no es que no la tengo, la tengo solo que cada vez te... no quiero decirlo de esta manera, pero cada vez te cagás un poco más en lo que piensa el resto. Como que decís 'Che, yo soy yo, soy esto y esto es lo que me representa y lo que me gusta, si te gusta un beso, buenísimo y si no, un beso también'.
Hotel Miranda!
Melanie aparece doble en los créditos de todos los videos de Hotel Miranda porque es la directora y la directora de arte, aunque se siente más cómoda en el segundo rol por tener más experiencia. Llegó al dúo de Juliana Gattas y Ale Sergi por Sony y cuando le dijeron el nombre del proyecto no lo dudó: “Imaginate, sos fan de Wes Anderson y vienen tus artistas más amados y te dicen que su propio disco se llama Hotel Miranda. Mi cabeza fue básicamente a Hotel Budapest”.
La película El gran hotel Budapest (2014) del director estadounidense fue una de tantas películas clásicas, como El resplandor (1980) y Alicia en el país de las maravillas (1951), que influyeron en la toma de decisiones de la joven graduada de Imagen y Sonido en la UBA.
Pero hubo otra idea central en el proyecto: “El concepto de kitsch es la mezcla de estilos, entonces lo que queríamos hacer era que si ellos querían hacer un disco donde mezclaban estilos de esas personas de referentes de la música, de distintos géneros para hacer algo nuevo, que audiovisualmente hagamos lo mismo: mezclemos directores con esos referentes del mundo audiovisual, con referentes de distintas corrientes artísticas y hagamos una mezcla, una gran mezcla”.
Traición con Emmanuel Horvilleur y Juan Ingaramo
Su video favorito fue el de los anteúltimos huéspedes del hotel, no solo porque la dirección de esa producción audiovisual fue distinta, sino porque pudo revivir los tiempos universitarios en los que podía crear un set de cero junto con Agustín Jauregui y no solo ambientar un espacio existente.
“Hicimos co-dirección con Fede Lobo, que es el chico que fue mi asistente de dirección en todos los otros videos y fue lindo. Él me planteó: 'Che, traición de todos los temas que hicimos de disco, es mi tema favorito, en vez de yo ser tu asistente de dirección, lo puedo co-dirigir con vos', y fue como 'de una'”, recordó Melanie Anton Def y agregó: “Siento que se generó algo muy lindo porque yo por ahí no tengo tanta experiencia en, no sé, movimientos de cámara o lentes porque la verdad es que soy una persona que pone su ojo más en planos generales, donde hay un set y donde pasan cosas. Siento que este video es distinto a los demás porque tiene el ojo de Fede también y están mezclados. Entonces tiene otro estilo de narrativa, pero sigue teniendo la dirección de arte y todo lo que vienen teniendo los anteriores”.
Tu misterioso alguien con Andrés Calamaro
– ¿Hay algo que cambiarías ahora del vídeo de Traición? Porque una cosa es bueno, lo hago, lo pienso, pero después lo veo terminado y es como ah, bueno, por ahí te sale lo crítica.
Siempre te diría que me gustaría tener más tiempo, porque también quiero ser realista, sí, le cambiaría cosas, pero entiendo que hicimos lo mejor que pudimos con el tiempo y los recursos que se teníamos para poder hacerlo. Pero siento que otros videos… Por ejemplo, el que todavía no salió de Calamaro, es un video que es más visualizer que video, no sé cómo explicar. Si pones el de Traición y el de Calamaro juntos, en el de Traición pasan muchas más cosas desde la narrativa.
– Claro. Visualizer, ¿en qué sentido?
Mirá, visualizer en realidad se le dice a los videos que son un set donde todo pasa, un lugar. Es como teaser y trailer, o sea, visualizer es la versión acotada de videoclip, como que es un poco más chico, por así decir. El video de Emilia y el de Calamaro se filmaban en el mismo día, o sea, no es que hubo una fecha de grabación para uno y una para el otro. Eso también tiene que ver con la agenda de los artistas, es complicado. Un videoclip ya con un artista es complicado, si le sumás un feat, es complicadísimo, si le sumás dos feats en un mismo día, es más complicado. Entonces, como que, nada, me pasa que hay algunos de los videos, que por ahí digo 'Uy, ojalá hubiésemos tenido más tiempo, porque hubiésemos desarrollado más al personaje'. Pero no es que no me guste, me encanta, lo disfruto, la pasamos re bien con el personaje, estamos chochos.
Sus proyectos
BEBAS
Junto a la productora Sol Schostik fundaron Bebas, la compañía de producción audiovisual que pone en el centro, bien arriba y en los puestos de toma de decisiones a las mujeres. No solo en la dirección o la dirección de arte, sino también en los puestos de productoras ejecutivas, quienes deciden cómo distribuir un presupuesto al momento de hacer un videoclip.
“Si el material audiovisual que consumimos, sea el que sea, tele, publicidades, cine, videoclips, está hecho en un 80% por directores hombres, eso quiere decir que la mirada que consumimos es una mirada, no digo machista, pero no es una mirada de una mujer”, reflexionó la directora en diálogo con Diario Con Vos y concluyó: “Entonces, por más que no tengan que ver con temas de género el producto, tratar de distribuir eso de una manera más equitativa hace que todo cambie. Cambian las publicidades, cambia el cine, cambian los videoclips y a raíz de eso lo que consumimos es distinto, porque es más diverso a nivel mirada”.
DAJAUS
Además de Sol en Bebas, Melanie Anton Def cuenta con Agustín como socio en Dajaus desde 2018, año en el que apostaron por la creatividad de ambos y crearon esta marca para trabajar como dúo creativo. Agustín es el diseñador de los sets que planean al momento en que Melanie dirige el arte de cualquier producto audiovisual.
– Con lo que es la escenografía una vez que ya pasa el momento de filmar leí que hay artistas que te las piden ustedes se quedan algunas también eh, se puede... ¿Las reutilizan algunas se llegaron a quedar para uso personal?
Sí, no, a ver, hay cosas que… Tenemos la concha de Tini que la hicimos un montón de veces, la seguimos teniendo nosotros, no es que la usamos para otras cosas pero es como que ya es parte de nuestro depósito. Pero después hay un montón de cosas que reutilizamos, sobre todo también por una cuestión medioambiental está re bueno reutilizar escenografías. Obvio que hay artistas que te dicen 'sí pero no quiero que quede igual a lo que hizo Pirulo'. Si hay algo que tenemos y que se usa mucho acá en Argentina es eso, rebuscárnosla para reutilizar y rearmar con lo que tenemos cosas nuevas.
Antes y después de FADU
Las decisiones y los imprevistos para conseguir lo que sea necesario para materializar lo que tienen en mente maravilla a Melanie como el primer día. “Me flasheó darme cuenta en la facultad de la posibilidad de pensar un espacio de cero. Nos llevaban al estudio de FADU que era como un croma todo verde y era como 'Bueno, filmen un corto acá' y mi recuerdo es que me flasheó el hecho de tener que buscar cosas por la facultad para armar algo que se asemeje a tal cosa para poder contar la historia”, rememoró.
Es difícil poder cobrar lo que uno quisiera. Siempre estás de alguna manera tirándote abajo y te regatean.
Melanie Anton Def, directora de arte.
– ¿Qué aprendizaje es uno que vos decís esto me sirvió desde ese momento hasta el día de hoy lo sigo aplicando?
Si tuviese que decir algo, por más que sea algo muy general, que te obliguen, pero en buen sentido, a formar equipos donde sí o sí cada uno tenga que tomar un rol. Muchas veces tres querían ser directores de arte pero bueno, no tal director de arte y vos, sonidista, y vos… Esa sensación de ¡Ay no! ¡A mí no me gusta sonido! Pero te tocó, tenés que agarrar la caña y tratar. Siento que esa obligación te hace aprender sí o sí de los roles de los demás y cuando aprendés del rol del otro te das cuenta de lo difícil que es y de cómo uno no va a una producción trabajando solo, va a una producción sabiendo que tiene que convivir con el de al lado y que si yo pongo un piso que rechina el sonidista la va a pasar para el orto y si pongo un piso que brilla el iluminador me va a quedar mirando y así sucesivamente. Entonces siento que lo más lindo que tiene por ahí es esa cosa de sí o sí tener que ponerte en el lugar del otro. Salir entendiendo que el otro también está en una y que está buenísimo respetar eso y ser consciente de eso del laburo que uno hace, al otro y de cómo trabajar en equipo.
– ¿Qué es lo que menos disfrutás del mundo audiovisual?
No deja de ser un rubro artístico y que, como todo rubro artístico, está un poco bastardeado en los pagos o el vivir de eso. La gente siempre te va a querer… Con otras profesiones está muy claro como esto vale esto y por menos de esto no conseguís un abogado que te haga una sucesión por decirte algo o un contador que te haga un balance. En el rubro artístico, el hecho de que sea tan diverso el poner un número a algo y a la vez tanta gente queriendo como entrar en el rubro y que sea difícil… Es algo que no se valora tanto del otro lado. Es difícil poder cobrar lo que uno quisiera. Siempre estás de alguna manera tirándote abajo y te regatean.
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