Jueves, 18 de Abril de 2024 Nubes dispersas 17.4 °C nubes dispersas
 
Lunes, 11 de Octubre de 2021 Nubes dispersas 17.4 °C nubes dispersas
 
Dólar BNA: $913
Dólar Blue: $1025
Columnistas

El Túnel

La historia de un ser humano comienza con su nacimiento, pero se potencia cuando descubre para qué ha nacido.

El túnel que recuerdo es el que me acompañó hacia un campo de juego. El ruido de los tapones chocando con el piso. Siempre. Ese fue el túnel de mi vida

Me acuerdo aquella tarde en el departamento al que recién me había mudado en Anchorena y Córdoba. Me puse a ordenar las cosas de la cocina, me preparé el mate y me senté en el piso del living junto a las cajas que faltaban. En una de esas encontré trofeos viejos de mis pasos por el baby fútbol. Nada me inquietaba hasta que metí una mano y saqué un libro.

-Un libro -me dije. Estaba sorprendido.
¿De quién podría ser ese libro si en mi casa nadie leía ni había bibliotecas?
Lo agarré con ambas manos y leí. El túnel, Ernesto Sabato. Un clásico de la literatura. Un libro fundamental.

Después fueron horas que me entregué al túnel, los recuerdos ahora son difusos porque fueron horas y horas sin parar de leer. Recuerdo que en un momento fui al baño, bajé la tapa del inodoro y me quedé ahí leyendo. Me recuerdo en otro momento sentado junto a la mesa de la cocina. Fumaba y leía.

Un viaje. Un túnel. Un libro. Un nuevo túnel.

Ese libro fue uno de los trofeos más hermosos que me regaló la vida. Porque fue el que le puso brillo y luz a un túnel que se había ido oscureciendo a lo largo del camino. Y si bien Sábato no fue de mis escritores preferidos, le debo (casi) todo. El túnel es un policial. Nada tiene que ver con el fútbol. Y será justamente eso lo que le debo. Que haya despertado en mí otras pasiones que en mi época de alumno o de jugador no había visto. Leer, escribir, comunicar. Un viaje, un libro, un túnel. Un nuevo túnel.

Cuando terminé de leerlo se me dibujó una sonrisa. Me sentía liviano. Tenía una sensación que no había experimentado nunca. O nunca con esa intensidad.

“La primera tarea del ser humano es la de darse luz a sí mismo”.

Erich Fromm

Adentro de ese túnel, puedo decir después de muchos años, que nací otra vez. La historia de un ser humano comienza con su nacimiento, pero se potencia cuando descubre para qué ha nacido. Cuando sabe con mucha intensidad qué sentido le dará a su vida. Cuando descubre su túnel, su para qué. Porque el túnel te lleva por los distintos caminos que elegiste. Ya nadie maneja tu auto (mente) sin tu consentimiento. El poder es tuyo.

Entonces, Escribir, dar a conocer mi historia, cambió para siempre la mirada que tenía sobre mí mismo. Cambió mi relación con los demás, con el fútbol, con la vida. Es decir, mi vida se llenó de sentido. Mi vida se llenó de goles escritos por otros. Libros que me estaban esperando sin saberlo. Y se me infla el pecho cada vez que conozco un nuevo amigo. Porque son eso: amigos. Aunque a algunos tuve el gusto de conocer en persona, lo mejor siempre es encontrarlos en las páginas de algún libro.

Amigos grosos, a saber: Abelardo Castillo, el Gordo Soriano, el Negro Fontanarrosa, Eduardo Sacheri, Felisberto Hernández, Ariel Scher, Juan Villoro y no quiero aburrirte porque podría nombrar a muchos más, pero aquí te los dejo como presentación por si en algún momento te dan ganas de leer y de conocer nuevos amigos.

Fueron los primeros pasos hacia el autoconocimiento, a partir de que comencé a preguntarme cuál era mi propósito, mi misión en este mundo. Y algo que descubrí con el tiempo: es mentira que el tren pasa solo una vez en la vida. El tren pasa todas las veces que uno desee. Lo que no podemos dejar de hacer es de conocernos, de escucharnos. Y esa fue la llave que destrabó todo. Me abrió la puerta de mi túnel. Emprendedor, escritor, comentarista, lector. Comunicar mis ideas y las de otros. Siempre cerca de desarrollar mi mejor versión. Y eso quiero para vos: que en el paso breve por esta vida seas tu mejor versión. Que puedas encontrar tu para qué, tu túnel.

¿Y el tuyo, cuál es?

Está pasando