Grupos palestinos en la Franja de Gaza dispararon más de 60 misiles hacia Israel como respuesta al ataque de las Fuerzas Armadas israelíes sobre dirigentes de la Jihad Islámica, una de las organizaciones palestinas más importantes, que se llevó la vida de más de diez civiles.
Por el momento, no hay informes de ningún herido de importancia en Israel y, según el gobierno de ese país, la mayoría de los misiles fueron interceptados. Esto llegó luego de que 15 personas murieran por un ataque aéreo israelí, que buscaba debilitar a la Jihad Islámica.
Esta organización juró venganza contra el país que gobierna Benjamin Netanyahu, pero no se dispararon misiles durante la noche. En cambio, el mismo grupo avisó que la respuesta puede llegar "en cualquier lugar, en cualquier momento". El primer ministro de Israel explicó que cualquier escalada de la Jihad Islámica se encontraría con una "respuesta aplastante".
Poco después del ataque israelí, organizaciones palestinas comenzaron a disparar misiles desde Gaza, y las sirenas de alerta sonaron en varias comunidades del sur de Israel. Según funcionarios de ese país, un proyectil impactó contra una casa vacía en el pueblo de Sderot, a solo un kilómetro de la Franja de Gaza. Otro golpeó sobre el techo de un jardín de infantes del kibutz (una suerte de cooperativas rurales y de vivienda tradicionales de Israel), pero no produjo heridos. Hubo una andanada de misiles contra el área de Tel Aviv, a 80 kilómetros de Gaza. Sin embargo, aparentemente, la gran mayoría de estos fueron interceptados por la defensa anti aérea de Israel.
Mientras tanto, la tensión sube en Cisjordania, luego de que Israel realizase detenciones y allanamientos durante la noche. Dos palestinos fueron asesinados en el pueblo de Qabatiya por fuerzas israelíes, que aseguran que los fallecidos les estaban disparando.
