Sobre el final del Superclásico que ganó River 1 a 0 se desmadró todo y el partido estuvo parado unos quince minutos, con empujones, insultos y golpes. Pero el escándalo no terminó ayer a la noche, sino que continúa: hay tres futbolistas investigados por la Fiscalía a cargo de Celsa Ramírez, especialista en eventos masivos que ya tuvo acciones sobre ambos equipos anteriormente.
A pesar de algunos rumores que surgieron tras el partido, nadie quedó detenido. Sin embargo, Marcos Rojo fue visto dentro del campo de juego en medio de la pelea y se le inició una averiguación porque se encontraba en un lugar sin autorización.
Esta infracción está penada por el Artículo 111 y puede desembocar en una multa económica o en trabajo comunitario. El monto estipulado podría ser el doble del habitual, ya que posteriormente se produjo una pelea y también está considerado en ese pasaje de la ley.
Por otra parte, Agustín Palavecino y Luis Vázquez están siendo investigados por incitar al desorden. El jugador de River fue quien generó la pelea, cuando gritó el gol en la cara de varios jugadores rivales. El delantero de Boca, por su parte, a quien se lo vio desaforado, fue quien intentó golpearlo a toda costa, corriendo detrás del volante millonario y siendo retenido por compañeros y rivales.
Según el artículo 119, quienes cometen esta falta en un espectáculo masivo de carácter artístico o deportivo deben ser sancionados con una multa económica o arresto de 5 a 30 días. La sanción también se aumenta al doble si la provoca algún futbolista, como es el caso de lo ocurrido del Superclásico.
Celsa Ramírez había entrado en una polémica cuando decidió clausurar la Bombonera porque “no se podía garantizar la seguridad”. También investigó a River por irregularidades en el Monumental, aunque no procedió con ningún tipo de clausura.
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