El superclásico terminó de la forma más caótica posible: en el tiempo adicional Agustín Sandez se llevó por delante a Pablo Solari y el árbitro sancionó con la pena máxima a Boca en este superclásico contra River. Quien pateó, convirtió el único gol de la jornada y garantizó la victoria fue Miguel Borja.
Apenas el 1 a 0 se hizo realidad, el millonario se dirigió a festejar el tanto junto a los 84 mil hinchas que asistieron como espectadores y se colocó una remera con la leyenda "La gloria es para Dios". Le agradeció al cielo por ese momento, pero a sus espaldas las cosas estaban lejos de calmarse.
Otro superclásico de los encuentros entre Boca y River son los enfrentamientos entre los miembros de ambos planteles y mientras Borja tenía su momento espiritual sus compañeros se agarraban a piñas con los xeneizes.
Incluso los jugadores de Boca que estaban en el banco de suplentes se acercaron para participar de lo que estaba sucediendo. El bostero Sergio Romero y el millonario Agustín Palavecino fueron los que comenzaron con las provocaciones.
El árbitro decidió sancionar con la roja a Ezequiel Centurión, Elías Gómez, Agustín Palavecino, Ezequiel Fernández, Miguel Merentiel, Nicolás Valentini y Jorge Almirón. Por lo tanto, Boca terminó el Superclásico con 8 jugadores.
Después de estos incidentes en la cancha, el árbitro extendió el partido dos minutos más, pero no hubo forma de empatar el gol que Borja realizó en el tercer minuto adicional. Por lo tanto, el conjunto de Martín Demichelis se mantiene puntero y le saca una diferencia de 9 puntos a su escolta, San Lorenzo.
