Los Grobo Agropecuaria (LGA) lanzó nuevas semillas de trigo y maíz de marca propia, variedades que prometen ocupar un "espacio vacío" en la actual oferta genética del mercado argentino de cereales.

Si bien la noticia principal es que el grupo entra a jugar en el mercado de semillas con su marca propia, manteniendo sus otros departamentos de provisión de insumos, servicios y comercialización de granos, el concepto agronómico de estas semillas puede llegar a generar un cambio de paradigma en la producción argentina de granos.

¿Por qué? Porque todas las semillas de maíz de LGA van a salir curada desde origen, con una propuesta novedosa y única para el mercado de maíz, que combina, además de los insecticidas y funguicidas de mayor performance, un bio estimulante: el Vitagrow con el Status Zinc, ambos productos de Rizobacter.

De esta manera, se introduce un nuevo concepto en la comercialización de semillas, donde todas son tratadas en origen, asegurando así la correcta homogeneidad y eficacia del tratamiento, al tiempo que se le ofrece al productor un solución integral que potencia desde la siembra el poder de la semilla.

El principio de todo

Guillermo Alonso, Especialista Técnico en Semillas del Grupo Los Grobo, aseguró durante la presentación que la agricultura argentina viene año a año ajustando planteos agronómicos defensivos y "ya es hora que comencemos a ver más allá y busquemos planteos ofensivos para superar los rindes promedios".

Si bien el tratamiento de semillas, sea con materiales químicos para hacerle frente a enfermedades o plagas, o biológicos que mejoren el arranque de los cultivos, ya es una práctica habitual entre los productores, lo cierto es que muchas veces estas labores se realizan en el campo, con equipos rudimentarios que no aseguran resultados.

"Somos un país ejemplo en adopción de tecnología en la agricultura. Siembra Directa, agricultura de precisión, siembras o aplicaciones variables, mapeo de rendimientos, uso de agtechs y tantas cosas más que se pueden nombrar. Por eso no se entiende que se invierta tanto en esto y luego sembremos una semilla que sacamos de un tarro del galpón, o la tratemos así nomás en el campo", analizó Alonso.

Trigo y maíz

Durante la presentación Martin Sackmann Varela, Gerente de Innovación y Desarrollo Técnico de LGA, aseguró que “con estos lanzamientos esperamos poder generar más valor al productor complementando el amplio porfolio de semillas de maíz, trigo, cebada, girasol que ofrecemos al mercado argentino”.

Grobo 1924 THS es un híbrido de maíz de ciclo largo, similar al ya conocido Grobo 1923 BTRG, pero con protección más completa frente a las principales isocas que atacan al cultivo de maíz, Diatraea, Spodoptera frugiperda (gusano cogollero) y Helicoverpa Zea (gusano de la espiga).

Además, cuenta con la particularidad ya mencionada, que está tratada en origen con Vitagrow y un potenciador de zinc, uno de los micronutrientes con mayor respuesta en kilos.

Con este material la compañía espera extender la frontera de venta de híbridos de línea propia hacia el norte de Córdoba, Entre Ríos y centro norte de Santa Fe. Cuenta con un alto potencial de rendimiento y con muy alta prolificidad, en planteos de mediana a baja densidad es un factor clave de compensación.

Juramento

Por su parte el Grobo Juramento, es una variedad de trigo de ciclo corto, muy adaptada a la región del sudeste y oeste de Buenos Aires, con una interesante ventana de siembra, y con altísimo potencial de rendimiento.

Según indicaron los técnicos durante la presentación, "es un grupo de calidad 2 y viene a competir directamente contra las mejores variedades del mismo ciclo. Este año Juramento fue incluido en algunos ensayos oficiales, con un destacado comportamiento, a pesar de las dificultades climáticas de la campaña".

“Para la línea de variedades propias de trigo esperamos poder contar con Tratamiento Profesionales de Semillas, más sustentables, más modernos y diferentes a lo comúnmente usado en el mercado, combinando la alta eficacia de la Trichoderma, con otros productos bioestimulantes, PGPR y micronutrientes, para incentivar el desarrollo radicular, la sanidad y el rendimiento desde el inicio mismo de la siembra”, finalizó Alonso.