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Policiales

Declaró una inspectora en el juicio por el asesinato de Lucas González, "nunca había visto tanta desesperación entre los policías"

Claudia Moreira, la subinspectora de la Policía Federal que participó en la primera investigación de la escena del crimen en donde los Policías de la Ciudad mataron al adolescente Lucas González en 2021 declaró hoy que durante el peritaje percibió "desesperación" entre los Policías por conocer cómo continuaba el procedimiento.

El médico forense que practicó la autopsia del cuerpo de la víctima también aseguró que el joven recibió 2 disparos y que presentaba una lesión en una mano provocada mientras Lucas estaba con vida, por un elemento "compatible" con la quemadura de un cigarrillo.

Claudia Moreira participó de los primeros peritajes en la esquina de Perdriel y Alvarado, del barrio porteño de Barracas, el lugar donde ocurrió el homicidio de Lucas.

Hoy declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño que se ocupa del juicio a los 14 agentes policiales implicados en el asesinato de Lucas. Había aproximadamente alrededor de 150 personas de la Policía de la Ciudad” que se encontraban “uniformados, de civil y con chalecos de la Brigada”, testificó la inspectora, según lo informado por Télam.

Constantemente querían subir al móvil (los Policías) donde estábamos (con su equipo de trabajo), pero se les pidió que no lo hagan", agregó.

Alejando Rullan Corna, el médico forense del Poder Judicial que realizó la autopsia del cuerpo de Lucas, testificó que se le encontraron 3 lesiones: 2 heridas hechas con un arma de fuego y una compatible con una quemadura en una de sus manos".

La lesión en la mano derecha, que estipuló que fue provocada mientras Lucas todavía vivía, es “compatible con un objeto circular de 0,5 a 1 centímetro de diámetro, en la mano derecha, en el primer espacio entre el dedo pulgar y el índice". Indicó que es compatible con el diámetro de un cigarrillo aunque no pudo determinar con exactitud el elemento con el que fue lastimado.

Crimen de Lucas González

El asesinato se produjo cuando el joven y tres amigos salieron de entrenar en Barracas y se subieron al Volkswagen Suran del padre de uno de ellos para volver a la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde vivía Lucas.

Los tres amigos comenzaron a ser perseguidos por un Nissan Tilda en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D vestidos de civil, quienes realizaban tareas de campo en la intersección de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield y no estaban uniformados ni tenían balizas puestas.

Por ese motivo, los jóvenes pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los Policías les dispararon y una de las balas impactó en la cabeza de Lucas, que murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.

Por el crimen están acusados 14 Policías, 3 de ellos imputados por homicidio y el resto por encubrir el hecho. De acuerdo con la investigación realizada por los peritos, tras disparar contra los jóvenes, los policías informaron al servicio de comunicaciones policiales que perseguían un automóvil con "cuatro masculinos con apariencia de menores, jóvenes" y que "estaban armados".

Tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que "plantaron" un arma en el auto de las víctimas.