“Este libro toca muchos problemas que son debatibles y hasta polémicos”, advierte la escritora y licenciada en Letras, Ana Ojeda, ante media centena de personas en la librería Dain Usina Cultural en Palermo. Detrás de ella, sobre el pequeño escenario, descansa sobre una mesa una copia de la traducción de El conflicto no es abuso, contra la sobredimensión del daño de Sarah Schulman de la editorial Paidós.
La abogada y magíster en Criminología Claudia Cesaroni está sentada entre Ari del colectivo Yo No Fui y Florencia de la organización No Tan Distintes. Entre los tres reflexionarán durante dos horas sobre la forma de encarar los conflictos, el abuso y la violencia propuesta en 2016 por Schulman, periodista y activista LGBT estadounidense de 64 años.
La escritora, en la introducción, también avisa: “Este no es un libro con el que se debe estar de acuerdo, una exhibición de evidencia o un despliegue de pruebas”. Cuando Ojeda termina la presentación de las personas que se encuentran sobre el pequeño escenario, y hasta el final de las exposiciones, el silencio de una escucha atenta solo será interrumpido por algunas risas ocasionales en momentos clave.
¿Es reconciliarse y negociar reparar o cuándo reconciliarse y negociar es reparar?
Florencia de No Tan Distintes
Así como llegaron, la media centena de personas distribuidas por la sala, se fueron. Sin instancia para debatir, preguntar ni reflexionar junto a las personas que expusieron, solo un par se acercaron a ellas para pedir un contacto o charlar un tema puntual.
La única voz levemente disonante fue la de Florencia que reconoció como “problemáticas” varias ideas del libro de Schulman. Entre ellas, la relación que establece entre “Comportamiento Traumatizado” e “Ideología Supremacista”. Al final de su exposición, recordó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y se atrevió a preguntarse: “¿Es reconciliarse y negociar reparar o cuándo reconciliarse y negociar es reparar?”.
De qué depende elegir resolver o castigar ante un conflicto
Uno de los principales tópicos de la presentación fue por qué la sociedad decide que la respuesta ante un conflicto es el castigo en vez de una reparación, ya que uno de los ejes del libro es cómo se confunde el conflicto con el abuso. Incluso se tomaron conceptos del Poder Judicial y Cesaroni y Ari cuestionaron qué se define como delito.
“El delito también es una construcción, aquello que llamamos delito es algo que hemos decidido que es un delito y podríamos verlo de otra manera”, explicó la abogada. Mientras que el activista antipunitivista planteó: “No hay una esencia de lo que es un delito, cada época crea su sujeto criminalizable”.
La mayor parte del dolor, la destrucción, el desperdicio y el abandono de la vida humana que creamos en este planeta y más allá es consecuencia de nuestra reacción desmedida ante la diferencia.
Sarah Schulman
La tesis de Schulman es que “en muchos niveles de la interacción humana existe la oportunidad de combinar la incomodidad con la amenaza, confundir la ansiedad interna con el peligro exterior y, a su vez, escalar en lugar de resolver”. Por lo tanto, desde el panel también criticaron la “falta de creatividad” al momento de pensar en reparaciones o resoluciones a los conflictos en vez de recurrir directamente al castigo o la cárcel.
A su vez, la autora señala: “La mayor parte del dolor, la destrucción, el desperdicio y el abandono de la vida humana que creamos en este planeta y más allá es consecuencia de nuestra reacción desmedida ante la diferencia”. Idea que retomaron y respaldaron la integrante de No Tan Distintes y Cesaroni.
"Ante la diferencia esas personas son construidas como las personas monstruosas de las cuales hay que cuidarse, por lo tanto se justifica la violencia", consideró Florencia. Por su parte, la abogada señaló: "El temor al otro, eso también se construye, la idea de que el otro te va a atacar, te va a agredir, el otro peligroso. Eso está todo el tiempo construyéndose. Que entonces es mejor estar armado”.
¿Y el abuso?
Si bien Schulman se anima a afirmar que “cualquier dolor que los seres humanos sean capaces de crear puede ser trascendido”, también reconoce “la abrumadora actualidad de la violencia y el Abuso real”. Solo que no les dedica reflexiones por considerar que ya existe suficiente material al respecto. De todas formas, las mujeres que presentaron la traducción de Nicolás Cuello y Diego del Valle Ríos sí les dedicaron algunas reflexiones.
"Cuando yo planteo estas cosas no está en discusión la gravedad del caso”, aseguró la abogada después de enumerar casos de conflictos y condenas conocidas, y agregó: “Trato de plantear la discusión en términos de: ¿Por qué agregarle a ese dolor, a esa gravedad, a eso tremendo de esas muertes una intencionalidad en quienes son señalados como autores?”.
"Nos cuesta mucho poder pensar un modo de reparación y de demanda de justicia cuando esos compañeres, ese compañere han cometido un real daño”, reconoció Florencia.
Uno por uno, análisis de casos conocidos
Cesaroni enumeró cuatro casos mediáticos que pasaron por el Poder Judicial para analizar la relación entre las víctimas y los victimarios. Además, tomó dos casos viralizados en redes sociales para realizar el mismo análisis.
Desde la tragedia de Cromañón hasta la policía asesinada en Retiro en febrero de este año hasta los casos de Axel Blumberg en 2004 y de Fernando Báez Sosa en 2020. Para los ejemplos de situaciones que se dan en redes sociales o medios de comunicación tomó lo sucedido entre María Florencia Freijo y Tomás Rebord y la violencia mediática hacia Florencia Kirchner por parte de Laura De Marco y Viviana Canosa.
Callejeros en Cromañón
La magíster en Criminología contempló las dos posibles conclusiones a las que se puede llegar al evaluar la tragedia de Cromañón que se cobró 194 muertos en 2004: “Uno tendría que pensar que el grupo Callejeros actuó con intención de matar a sus seguidores, a la mamá de Vázques, a la novia de Pato Fontaner, a los amigos personales de cada uno de ellos. Esa es una posible mirada u otra: fue un accidente, algo que jamás se le podría pasar por la cabeza que iba a suceder”
Policía asesinada en Retiro
Al analizar el caso de la policía asesinada a puñaladas y disparos en la estación Retiro de la línea C de subtes, Cesaroni se centró en preguntarse cómo Maribel Zalazar llegó a esa situación y advirtió: “Intentar explicar cómo se desencadenó un hecho no es culpar a la víctima sino tratar de entender”.
“Yo al día siguiente o a los dos días de que eso pasó vi a una policía sola, regalada, como dicen los muchachos, caminando por una calle oscura y decía 'Bueno, si a esta piba alguien le quiere afanar el arma y ella intenta defenderse probablemente la maten'. Lo van a volver a castigar al que haga eso y será así, pero la muerte no se evitó”, consideró Cesaroni y añadió: “Entonces la autora me parece que pone hincapié en eso: ¿qué cosas se pueden hacer para evitar que esos hechos dolorosos, dañosos sucedan?”
Axel Blumberg
Claudia Cesaroni es la abogada defensora de Carlos Saúl Díaz, uno de los condenados por el secuestro y asesinato de Axel Blumberg, cometido en marzo de 2004 en un descampado en Moreno. A mitad de 2022, logró que le concedieran salidas transitorias y egresos para realizar un curso.
La fundadora del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC) describió a Blumberg como "una víctima que produjo un impacto mediático, político, legislativo muy particular” y destacó que a partir de su muerte “se empezaron a suceder una serie de reformas penales que todavía estamos pagando, sobre todo las personas condenadas, con condenas cada vez más largas, con más tiempo”.
Fernando Báez Sosa
El caso con más trascendencia mediática de los últimos meses fue la condena a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi por el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. Cinco fueron condenados a perpetua y tres a 15 años de cárcel, decisión que Cesaroni ya había cuestionado.
"Yo me niego a decir 'El caso de los rugbiers' porque entiendo que también hay una construcción ahí de un grupo como enemigo”, reflexionó la abogada y disparó: “Los medios de comunicación construyeron otra vez un grupo de monstruos que no solo eran monstruos ellos sino también todo aquello que los rodeaba, incluidas sus madres y padres si lloraban porque sus hijos iban a pasar la vida presos”.
María Florencia Freijo y Tomás Rebord
La politóloga y escritora feminista María Florencia Freijo había tuiteado, durante la entrevista de Tomás Rebord a Alberto Fernández, un llamado a que "el ámbito joven del peronismo revea a los ídolos del entretenimiento que construyen" ya que "siempre son el mismo perfil de chabón soberbio con denuncias por abuso contenidas que en algún momento saltan". Hace casi una semana, Freijo pidió disculpas por lo sucedido después de pasar varios días recibiendo amenazas de muerte.
“Escaló a niveles de intervención del Estado, fiscalía, abogados, 'estoy acá con mi hijo que está llorando porque tenemos que dejar nuestra casa porque nos amenazan, porque me dijeron que me van a matar', digamos una escala de violencia inusitada”, analizó Cesaroni y agregó: “Hay un capítulo sobre eso: ¿por qué hay situaciones que escalan sin que nadie, ella hace un llamado muy interesante a los buenos amigos, frene y te diga 'Pará, pará, ¿por qué no te rectificás?'?"
Laura De Marco y Viviana Canosa contra Florencia Kirchner
El último caso que analizó la especialista en el sistema penal, fue cómo reaccionó Laura De Marco a las críticas que le hicieron por responsabilizar a la vicepresidenta Cristina Kirchner de la delgadez de su hija Florencia. También otra situación que llegó a instancias institucionales de denuncia y que terminó con un dudoso pedido de disculpas de parte de la periodista.
"Hay miles de personas diciendo 'Es una locura' y ella está plantada diciendo ustedes son unos haters y me niegan mi derecho, esto en Estados Unidos se hace, hay que hablar de las enfermedades. Continúa la escalada y se victimiza”, explicó la abogada y señaló: “La autora esto lo señala: 'Hay situaciones en las que quien inicia esa escalada después se pone en el lugar de víctima'. Entonces es muy difícil porque es difícil sacar a esas personas de ese lugar”.
¿Quién “hace Justicia”?
A lo largo de la presentación, las oradoras y el orador invitaron al público a reflexionar sobre el rol de las instituciones estatales en la resolución de los conflictos cotidianos. Desde la policía y los abogados hasta la cárcel y todas las dimensiones del Poder Judicial. Cesaroni y el integrante de Yo No Fui se preguntaron a qué se refieren las conocidas frases “Que se haga Justicia” y “Justicia para…".
Nos interesa plantear que hay una tercerización de la Justicia, que se encarguen otres: los que saben, los que pueden.
Ari de Yo No Fui
“Nos interesa plantear que hay una tercerización de la Justicia, que se encarguen otres: los que saben, los que pueden”, consideró Ari y concluyó: “Dar cuenta de que el profesionalismo en los conflictos no es que ha ayudado enormemente a reducir el reparto indiscriminado de dolor y la crisis afectiva que estamos viviendo, que mencionan Nico y Diego en el prólogo”.
"¿Qué quiere decir 'Justicia para...' sobre todo cuando una persona ya está muerta? ¿Qué significa 'Justicia'? Uno puede decir que solo se entiende Justicia al castigo, pareciera que no hay otro modo de 'hacer Justicia'”, denunció la abogada y se preguntó: “¿Por qué pensamos que frente a un hecho grave, doloroso, como una muerte, la única respuesta es el castigo? ¿Por qué pensamos que solo podemos satisfacer a las víctimas indirectas castigando del modo más brutal que se pueda a quien vemos como el autor o los autores de ese dolor?”.
