Antes de enfrentarse a la Corte Suprema, una nueva pericia asegura que Nahir Galarza presenta un cuadro de esquizofrenia, tiene alucinaciones, fue víctima de abuso sexual y fue sometida a un aborto forzado meses antes de asesinar a Fernando Pastorizzo. Además, la joven descubrió que su papá tuvo otros hijos que no llevan su apellido.
Nahir Galarza, de 24 años, enfrenta una condena de prisión perpetua desde julio de 2018. La justicia de Gualeguaychú la encontró culpable de asesinar a su novio, Fernando Pastorizzo, en diciembre de 2017. Este caso conmocionó al país y ella se convirtió con 19 años en la condenada más joven de la historia argentina en recibir la pena máxima.
Antes de llegar a la última instancia de apelación, hubo una nueva pericia psicológica. El perito de parte Enrique Stola, concluyó que hubo abusos, un aborto forzado, tiene esquizofrenia y hasta un hermano secreto.
Galarza contó que descubrió que su padre tenía otros dos hijos, pero que no tienen su mismo apellido y que se enteró de su existencia a los 13 años, por medio de su tío -el hermano de su padre-. Además, dijo que fue su tío quien abusó de ella entre los 7 y los 12.
También relató que fue víctima de un ataque sexual a los 16, después de salir de gimnasia: "fue en un descampado, me había quedado sola, recuerdo que oía voces que me hablaban y me sentí abusada. Quedé muy mal, me quedé encerrada mucho tiempo”, le comentó al perito que determinó que esto podría tratarse de un episodio psicótico.
Por otro lado, se refirió a la relación con su madre, y dijo que no es cercana. Sobre eso, remarcó que la obligó a abortar un embarazo a los 19. El diagnóstico de Stola dice que Nahir presenta esquizofrenia de inicio temprano con alucinaciones auditivas, visuales, cenestésicas y olfativas. "Soy de ver cosas. De ver cosas como que me golpean la puerta, o la abren o la cierran, ver gente en el pasillo en la comisaría o aquí, también sentí varias veces el perfume de Fernando”, explicó la joven. “Estando acá, una vez lo vi también y me choqué con él, cuando me pasaba eso no sabía qué hacer y después estaba llorando como una hora.”, agregó.
El informe de Stola concluye que Galarza presenta “el juicio desviado y una percepción alterada de la realidad” y que “cumple con los criterios diagnósticos de CIE 10 para Esquizofrenia F20.9”. Agregó que se descarta una comorbilidad con trastorno del espectro autista y que por el presunto abuso sexual y el aborto, la joven presenta estrés postraumático.
También agrega que "llegó a su enjuiciamiento en las peores condiciones de salud mental sin haber tenido la contención médica, psicológica y psicofarmacológica adecuada”.