Nahir Galarza inició los trámites para cambiar su apellido y fue trasladada desde la Unidad Penal 6 Concepción Arenal de Entre Ríos a los Tribunales de Paraná, donde fue recibida por psicólogas y un equipo interdisciplinario. La decisión se debe a las últimas denuncias que realizó la chica contra su padre, en la que lo señaló como el autor del homicidio. Además, sostuvo que su madre fue víctima de violencia de género por parte de Marcelo Galarza.

Después de seis años del crimen que la convirtió en la mujer más joven de Argentina en haber sido condenada a prisión perpetua, con tan sólo 19 años, Nahir Galarza comenzó los trámites para cambiar su apellido por el de su madre. El proceso se produce mientras la chica de 24 años espera que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revise la condena luego de un recurso de queja para revisar el fallo con perspectiva de género para que sea anulado.

Las declaraciones contradictorias de Nahir Galarza

Esta jugada es la esperanza de Galarza para quedar en libertad, ya que el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos rechazó un recurso extraordinario federal para que el fallo sea revisado por el máximo tribunal del país. Desde que inició el proceso hasta su condena, la asesina fue cambiando sus declaraciones. En un principio dijo que había visto a la víctima, su novio Fernando Pastorizzo, la noche anterior al crimen. Sin embargo, después reconoció que lo había asesinado con el arma de su papá policía de manera accidental.

En 2021 los padres de la asesina tomaron la decisión de divorciarse. Este hecho provocó una serie de denuncias por violencia de género. Entre ellas, una de su mamá contra el papá de Nahir Galarza, que recibió una medida de protección perimetral y un botón de pánico. Finalmente, en enero de 2022, Nahir declaró que su propio padre había sido el autor del homicidio. Por último, denunció que un familiar abusó de ella cuando era menor.

A pesar de lo dicho, la fiscalía de Gualeguaychú desestimó la denuncia. Consideró que el homicidio por el que fue condenada a prisión perpetua ya fue analizado y tratado en el juicio oral y público, además de ser confirmado en diversas instancias superiores. A día de hoy, Nahir Galarza lleva cinco años presa por un crimen del que ahora acusa a su papá. Ella ya no quiere volver a verlo, al punto de que si algún familiar le habla de él, le hace un planteo, enojada. Incluso, pasó Navidad con su mamá y su hermano Aaron.