Desde Washington, Sergio Massa confirmó que el gobierno piensa implementar un nuevo tipo de cambio diferencial para el campo. La urgencia de la medida vendría de la mano de la necesidad del Banco Central de conseguir reservas lo antes posible. Además se busca aumentar la competitividad de los productos agropecuarios en el exterior.

Como sucedió durante el transcurso de todo el mandato de Alberto Fernández, el gobierno necesita dólares. Tan solo durante lo que va de marzo el gobierno vendió 1.800 millones de dólares y sólo este jueves, 76 millones. Mientras tanto, el campo liquidó solamemnte 1.100 millones este mes.

En ese sentido, para promover la liquidación de dólares, el gobierno piensa aplicar esta medida, que sería una versión ampliada del dólar soja. Comenzará a implementarse a partir de abril y, además de la soja, se extenderá al vino, la manzana, el arroz, el maní, entre otros productos regionales.

Todavía no se sabe qué valor tendrá el nuevo dólar, pero se espera que ronde los 300 pesos. El gobierno proyecta obtener 15.000 millones de dólares entre el segundo y tercer trimestre del año. El plazo de aplicación del nuevo tipo de cambio será durante el mes de abril para la soja y durante, mayo, junio y julio para las economías regionales.

Finalmente, la medida también trae polémica, ya que dentro del nuevo régimen cambiario no se incluiría al trigo y el maíz, dado que son productos claves que inciden directa o indirectamente en el precio de la canasta alimentaria local, y una mejora de su precio de importación implicaría un aumento del precio de los alimentos.