Una chica que formó parte de los Testigos de Jehová hasta sus 25 años, contó en unos videos compartidos en sus redes que dejar de lado la religión le trajo graves consecuencias: no le habla ni su familia.
Todo empezó por un sueño: Soraya Narez, una joven española, quería ser humorista, por lo que decidió dejar de lado su religión. Sin embargo, la expulsión de los Testigos de Jehová implica que ni siquiera tu familia te pueda volver a hablar.
En uno de los videos, expresa: “Hace unos días me entero de que testigos de Jehová en España han denunciado a la Asociación de Víctimas de los Testigos de Jehová y he tenido que aguantar como ahora están intentando cambiar su versión y decir que ‘unos pocos casos desafortunados no se pueden usar para generalizar el comportamiento dentro de una religión’”. Además, en la grabación se la ve muy movilizada, y confiesa: “Es muy duro recordar el día que dan el anuncio en la congregación, diciendo ‘Soraya ha dejado de ser testigo de Jehová’ y saber que nadie de tu entorno va a poder hablar contigo y vas a perder la relación con tu familia para que ahora digáis que es algo voluntario”.
Ahora, reconoce que recuperó su vida y su libertad, pero que le ha costado muchísimo y que es “muy duro” vivir lejos de sus seres queridos. Sintió que era momento de hablar para llegar a otra gente que viven la misma situación: “hay personas que están como yo estuve hace 10 años. Quiero decirles que el mundo no es tan malo como os están haciendo creer”.
Para cerrar, aclaró que los Testigos de Jehová “son gente que cree que están haciendo el bien, pero no se están dando cuenta de que la organización les está utilizando”.