En la previa del amistoso que disputarán las selecciones de Perú y de Marruecos en Madrid, se generó un episodio caótico. Los hinchas sudamericanos presentes en la capital de España hicieron un banderazo en apoyo a su equipo, y el plantel se acercó para disfrutar del momento. Sin embargo, todo terminó con represión policial y con el capitán peruano detenido.
En un principio, todo había arrancado bien, con fotos, autógrafos y cantos de aliento. En ese momento la cantidad de efectivos policiales presente era reducida, por lo que intentaron armar un cordón para proteger a los futbolistas peruanos, pero los hinchas comenzaron a meter empujones porque querían estar cerca del plantel.
Todo esto generó la reacción de las autoridades, que provocó a su vez la respuesta de los hinchas. Así, todo empezó a desmadrarse. Comenzaron a atacar a cuanto peruano se le cruzaba, y en un momento, en medio del tumulto, empezaron a confundir a algunos jugadores con los hinchas, por lo que los propios compañeros de plantel empezaron a defenderse entre sí.
Muchos de los jugadores tuvieron que abandonar el lugar y refugiarse, ya que se encontraban presentes con sus hijos, como es el caso de Luis Advíncula, el lateral derecho de Boca. Los jugadores más damnificados resultaron ser Alex Valera, Yoshimar Yotún y Pedro Gallese, el capitán del equipo.
Este último incluso fue trasladado a la comisaría, donde estuvo detenido algunas horas. Finalmente, fue liberado y regresó a la concentración para tratar de enfocarse en el amistoso contra Marruecos. “Nos metieron puñete”, aseveró con bronca el arquero peruano tras el escándalo.
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