El pedido de juicio político contra el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, llegará a la Corte Constitucional, su último paso antes de que el Congreso deba votar si destituye al presidente o no. Este mismo cuerpo envió la solicitud este lunes, al considerar que cumple con todos los requisitos.
Ahora, le toca a la Corte Constitucional decidir si permite o no una votación sobre el pedido de juicio contra Lasso por un caso de corrupción que alcanza al propio cuñado del presidente y a un ex funcionario, hoy prófugo, de una empresa pública.
El Consejo de Administración del poder legislativo le dio el visto bueno al trámite, por lo que lo envió a la Corte para "que emita el dictamen previo de admisibilidad", según explicó la Asamblea Nacional a través de Twitter. Ahora, el máximo tribunal de Ecuador tiene seis días para pronunciarse sobre el caso. Si emiten un dictamen en contra, el proceso quedará archivado.
La solicitud de juicio político se presentó el viernes, firmada por 59 de los 137 asambleístas ecuatorianos. Ellos afirman que Lasso protegió a una estructura criminal armada por su cuñado, Danilo Carrera, y Hernán Carrera, un viejo amigo de Lasso que fue delegado del presidente en la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas. La asambleísta Viviana Veloz, del partido Unión por la Esperanza, afirmó: "El presidente tiene responsabilidad política por los delitos de concusión y de peculado".
Desde el oficialismo, mientras tanto, niegan todas las acusaciones y plantean que esto es un "intento más de desestabilización" por parte de la oposición en el Congreso, donde tiene mayoría pero dividida en varios espacios políticos.
Es la segunda vez que el Congreso ecuatoriano intenta destituir a Lasso. La primera ocurrió en junio, mientras las organizaciones indígenas se encontraban en un proceso de duras movilizaciones por la suba del costo de vida. En ese momento, los asambleístas opositores no obtuvieron los votos necesarios para destituir a Lasso. Si este nuevo proceso es aprobado por la Corte Institucional, son necesarios los votos de dos tercios de los asambleístas para destituir al presidente, que está en el poder desde el 2021.