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Política

Fernanda Gil Lozano, Directora del Foro Mundial de Derechos Humanos: "En el mundo hay 40 guerras, no una"

Fernanda Gil Lozano

Fernanda Gil Lozano se esguinzó por una caída y debió ponerse una tobillera, que la obliga a caminar lento. Eso la tuvo muy incómoda en estas semanas de calor. Sobre todo porque tuvo que encarar en esta condición la recta final de un proyecto titánico que mañana verá la luz y que, ella misma ideó hace algunos años: el Tercer Foro Mundial de Derechos Humanos, que se celebrará en Buenos Aires hasta el jueves y en el que se presentarán 1.100 ponencias, de expositores provenientes de 98 países.

La directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de la Unesco compensa la demora de sus desplazamientos con la velocidad con que hila su discurso, en el que no disimula cierta perplejidad ante los sentidos que va cobrando nuestra historia contemporánea.

-¿Cómo nació la idea de este foro en Argentina, en una fecha tan simbólica además?

-Bueno, yo soy historiadora entonces las efemérides las tengo muy claras. Pensaba qué podíamos hacer para los 40 años de democracia desde el CIPDH Unesco y quise retomar la organización de este tercer foro, que debió haberse hecho en 2016 y al que la administración de esa época renunció . Me pareció que era un buen momento para recoger ese guante. Además, Argentina es muy escuchada en el mundo en materia de políticas públicas de derechos humanos. Se lo planteé a Alberto, que me dio todo su apoyo, y luego a Cristina, que también se entusiasmó muchísimo. Con ese OK, nos pusimos a trabajar.

-Y el foro mismo ¿en qué consiste?

Su historia de este foro tiene que ver con el Foro Social Mundial que se hizo en Porto Alegre que se hizo en el año 2000 como la contracara del Foro de Davos. Ahí hubo dos desprendimientos: uno de educación y otro de derechos humanos. De estos últimos, se hizo uno en Brasilia y otro en Marrakech. Luego debía hacerse en Argentina, pero se dejó, hasta ahora.

En el comité organizador nacional estuvieron 80 organizaciones civiles, las organizaciones de memoria, verdad y justicia, pero también muchas otras, porque hoy hablar de derechos humanos es también hablar de medio ambiente, diversidades, de migraciones, de bioética, de inteligencia artificial... de muchos temas. Este foro lo pensamos, además, como algo federal e hicimos pre foros en las provincias, que empezaron a pedirnos. Cada provincia llamó a sus asociaciones civiles y armaron sus propios foros con los temas que más los llamaban.

Hicimos un pre foro internacional en Marruecos, que en un comienzo queríamos hacerlo en Barcelona, pero que no pudimos porque Europa no dejaba entrar a los africanos y a nosotros nos interesaba mucho poder articular al sur global. Marruecos nos bancó y pagó a muchas delegaciones, que ahora vendrán para acá. Habrá representantes de 32 naciones africanas- de la sociedad civil y lo gubernamental- lo que es una oportunidad única para articular trabajos en conjunto. También hicimos otro pre foro en Chile, donde se recogieron muchos temas que siguen latentes allá, relativos a la minería, a la migración, la memoria y diversidades.

-¿Y qué podemos esperar ver desde mañana?

-Es un evento inmenso. Van a participar expositores de 98 países con 1100 ponencias. Habrá exposiciones gubernamentales sobre temas que, en su mayoría, están muy candentes. Tenemos actividades en 4 sedes: el corazón va ser la ex ESMA, va a estar el CCK, la Facultad de Arquitectura y la Comisión de Energía Atómica. Va a venir el Grupo Puebla que se va a reunir en el marco de este foro. También va a venir, con Evo a la cabeza, el RunaSur, que tiene que ver con movimientos populares y pueblos originarios.

Todo lo que gira en torno a la ex Esma tiene su solemnidad, su minuto de silencio, pero no quise quitarle la alegría. Así que vamos a tener todos los días recitales.

-¿Qué impacto tuvo este foro en sus versiones anteriores y qué expectativas se abren a partir de esa experiencia?

-Después de la pandemia el mundo cambió y no para mejor. Los ricos están siendo más ricos que nunca y todo el capital está más concentrado. Los pobres son más pobres y muchos más. Entonces yo creo que este foro va a ser un hito regional para dar una alerta de lo que está pasando en el sur global. Debemos presentarnos y plantearle al mundo el canje de deuda por cambio climático. Porque los responsables del cambio climático son los países desarrollados, entonces yo creo que es injusta la deuda que tenemos en el sur global. Todos los países de Africa y América Latina estamos re contra endeudados, mientras ellos vienen ahora de nuevo por nuestros recursos. Tenemos que discutir eso y aprender de todas las experiencias que podamos compartir. Pero también mostrar nuestra forma de hacer las cosas en Argentina. La garantía por la que nosotros podemos festejar nuestros 40 años de democracia es que los responsables de la violencia política fueron presos. Esa es la garantía. Se pudieron levantar las leyes de punto final y obediencia debida. Nuestro camino fue certero y eso lo reconocen los otros países.

-¿Y cómo le fue a los otros dos foros?

Es que por eso te hice hincapié que el mundo cambió. Los otros foros estuvieron más relacionadas a un concepto más recortado de los derechos humanos, muy enfocado en las dictaduras, que era la necesidad de ese momento. No digo que no siga siéndola, pero hoy creo que después de la pandemia tenemos un concepto mucho más abierto. El peligro está en otros lados. Los desaparecidos de la región latinoamericana y de África son los ecologistas. El mundo está lleno de revoluciones que nadie diseñó y que están reventando con la tecnología, en el feminismo, con las cuestiones de género, de bioética y con los movimientos ecológicos, que han propuesto una dinámica muy diferente.

El peligro hoy está en otros lados. Los desaparecidos de la región latinoamericana y de África son los ecologistas

-Esta reciente ola de calor, por ejemplo. Es un escenario que nadie previó tan rápido...

Así es y está clarísimo que debemos hacernos responsables y lograr cambios pronto. No puede seguir siendo el mercado la forma de planetarizarnos. Me encanta que nos pensemos colectivamente, como especie, pero no que sea el mercado el espacio desde el que lo hacemos. Porque en Holanda se tiran los quesos para que mantengan el precio y África no tienen qué comer. La racionalidad del mercado no tiene nada que ver con las personas y estamos en un momento en el que queda claro que sin oro vivimos, pero sin agua no. Entonces esto es muy importante, sobre todo para los países de América Latina y para la Argentina que, por fin, tomó conciencia de su bicontinentalidad. Tenemos que responder por la Antártica. Van a venir por esos recursos y tenemos que estar atentos. Pero tampoco podemos quedarnos solos ni podemos hacerlo país por país: necesitamos una alianza. Yo creo que estamos evolucionando en algunos sentidos importantes.

-¿Tendrá un cierre?

-Pedimos a los coordinadores conclusiones de cada mesa para poder hacer una publicación. Vamos a cerrar el jueves al mediodía porque ¡esto es Argentina!, no queremos toparnos con el partido, que es en el Monumental, muy cerca de la ex Esma.

-Supongo que cuando planeaste todo esto no previste el escenario enrarecido de derechos humanos, con una vicepresidenta que ha dicho que no estamos viviendo en un Estado de Derecho que respete las garantías constitucionales ¿Se aborda este escenario en este foro internacional?

-Sí. Hay jornadas que hizo la Secretaría de Derechos Humanos que tienen que ver con el negacionismo. También hay mesas de lawfare, con la idea de pensar cómo lo judicial armó un andamiaje que hoy hace innecesarios los tanques. Desde todos lados hay muchos reclamos. No tomamos partidariamente una posición, pero nos damos cuenta de todo lo que pasa. Por ejemplo con la energía. Se ha privatizado algo que tradicionalmente fue estatal y las consecuencias son nefastas. Se desentierran cajas con fusibles de la empresa SEGBA que ya hace más de 20 años que no existe. La privatización ha sido letal para nuestra población y ahí también la justicia ha tenido una intervención lamentable, porque no nos ha defendido.

-El escenario interno es complicado, pero afuera no están mejor. El viernes la Corte Penal Internacional pidió la captura de Putin, lo que te habla, al menos, de lo enrevesado que está el paraguas del derecho internacional ¿Este escenario merma las posibilidades de articularse?

-Es que en este momento en el mundo hay 40 guerras. No una. Nosotros estamos tratando de fortalecer los espacios de paz y comunicación no violenta para que no sean más. En este foro, lo único que pedimos es que no hubieran paneles de países sino de temas. Pero somos conscientes de que las cosas no están bien en ninguna parte: vimos las dificultades entre Marruecos y Argelia; entre Armenia y Azerbaijan; nosotros y las Malvinas... el mundo es un territorio en disputa, en todos lados. Entonces, la aparición de lugares donde puedan venir todos a conversar, a dialogar, es muy importante. Porque más allá de sus ponencias, hay espacios de intercambio. Favorecer el diálogo es un imperativo ético de estos tiempos.

Somos conscientes de que las cosas no están bien en ninguna parte: vimos las dificultades entre Marruecos y Argelia; entre Armenia y Azerbaijan; nosotros y las Malvinas.

Respecto de las posiciones que tienen que ver con Rusia, con Kiev y con cómo la Unión Europea está yendo lenta o distraídamente a una contienda de la que no sé si tienen ganas de participar, no voy a referirme. Ahí cada pueblo tiene sus posiciones y las respetamos. Lo que no podemos avalar son las luchas armadas, de ningún tipo.

-¿Y vienen expositores desde Estados Unidos, Rusia y/o China?

No. No me preguntes por qué, pero no. Nosotros no pusimos ningún obstáculo. Solo pedimos que no thubiera paneles de países, ni que se expresaran posiciones negacionistas. De ahí en más, todo el mundo que quiso participar, tuvo su espacio.

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