Cinco exjefes de policía fueron encontrados hoy responsables de abuso de autoridad por el asesinato del docente Carlos Fuentealba en la represión a la manifestación del 4 de abril de 2007 en Neuquén. Carlos Salazar, Mario Rinzafri, Jorge Garrudo, Moisés y Adolfo Soto aún esperan las penas que deberán cumplir. Las mismas serán en una próxima audiencia.
Además, el comisario inspector Benito Matus fue declarado culpable del abuso de armas agravado, aunque quedó absuelto de lesiones leves agravadas por el beneficio de la duda. El tribunal de juicio comandado por Raúl Aufranc, Luis Giorgetti y Diego Chavarría Ruiz, lo resolvió por unanimidad.
De los ocho policías que estaban en juicio, dos quedaron absueltos por falta de pruebas en su contra. Aquiles González y Julio Lincoleo habían sido acusados de encubrir al cabo primero José Darío Poblete, que fue quien mató a Carlos Fuentealba. Poblete ya había sido condenado en el año 2008.
Las declaraciones tras el veredicto
Marcelo Medrano, que fue el abogado querellante, habló apenas salió de la audiencia. Para él no era un juicio contra la policía, sino que era un juicio contra una forma de ejercicio político que instrumentó Jorge Omar Sobisch a través de la cúpula policial de esa época. Respecto al exgobernador, que por cierto nunca fue condenado, Medrano dijo: “Sobisch estuvo en carácter de testigo que nunca debiera haberlo sido en este juicio”.
También consideró que esto es una reparación para todas las personas que estuvieron presentes en esa manifestación. “Me parece que fue un fallo justo, la cuestión del abuso de la autoridad era central porque era lo que todos y todas veníamos diciendo. Creo que trasciende a las partes acá, creo que es para el pueblo neuquino”, agregó emocionado Medrano.
Sandra Rodríguez, que era compañera de Carlos Fuentealba y estuvo presente el día del asesinato, habló sobre la manifestación. “Yo lo único que quiero decir es que nosotros no tenemos odio, ni siquiera ese día teníamos odio, estábamos protestando. No tuvimos todo lo que hubiéramos querido pero sí sabemos que se hizo justicia hoy”, dijo Sandra.
El veredicto
- Hubo acciones incomprensibles desde que los manifestantes se retiraron hasta la estación de servicio. La policía los perseguía a gran distancia de la ruta y de la banquina para el lado del río accionando escopetas con balas de goma y pistola lanza gases.
- A pesar de que algunos manifestantes lanzaron piedras, no fue una actitud masiva, sino de personas aisladas. Por esto no sirve para justificar el uso indiscriminado de la fuerza sobre quienes huían del lugar.
- A partir de esto se empezó a notar la intención del operativo. Se pasó de querer disolver cualquier tipo de manifestación, lo cual está reñido con el derecho de reunión o protesta pacífica.
- El uso legal de medios disuasivos se nota claramente arbitrario cuando se desvía de una finalidad legítima, restringiendo los derechos de los manifestantes, y poniendo en riesgo la integridad física y psíquica de las personas. Ésta fue de una manera impropia de la racionalidad de los actos de gobierno en un estado constitucional de derecho.
- El accionar policial fue a todas luces inadecuado para la finalidad de agilizar el tránsito. Además, disparar balas de goma y lanzar gases no se presenta como una medida proporcionada.
Todas las condenas y absoluciones
Carlos Zalazar, exjefe: condenado por abuso de autoridad.
Mario Rinzafri, exdirector de Seguridad de Neuquén: condenado por abuso de autoridad.
Jorge Garrido, exjefe de Policía Metropolitana: condenado por abuso de autoridad.
Moisés Soto, exsubjefe: condenado por abuso de autoridad.
Adolfo Soto, exsuperintendente de Seguridad: condenado por abuso de autoridad.
Benito Matus, exoficial principal y actual comisario inspector en Chos Malal: responsable de abuso de armas agravado en perjuicio de Angélica Cisterna, pero absuelto de lesiones leves agravadas contra Alejandro Castelar.
Aquiles González, exjefe de grupo especial: absuelto de encubrimiento agravado.
Julio Lincoleo, exjefe de grupo especial: absuelto de encubrimiento agravado.