"Cuando llegué a Buenos Aires cometí el error de acudir a los consultorios externos del hospital neuropsiquiátrico Borda en busca de apoyo psicológico. Me atendió un psiquiatra, el doctor Lucio Varela, quien en seguida me declaró sicótico. Alucinaciones místicas y exceso de drogas. Me metieron en un pabellón y me dieron un rico puré de Artane y Lexotanil". Así escribía y así vivía Enrique Symns, prócer del periodismo contracultural argetino que acaba de fallecer hoy, a sus jóvenes y maltrechos 77 años.
Enrique fue el creador de la mítica revista contracultural Cerdos & Peces, que revolucionó la escena artístico cultural de los años 80 en Buenos Aires.
Symns nació en Lanús, 22 de diciembre de 1945, publicó crónicas, novelas y biografías sobre grupos y compositores del rock argentino y latinoamericano; e integró como monologuista, en los 80, el emblemático y popular grupo de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
A poco de conocida la pésima noticia, su socio y amigo Ricardo "Patán" Ragendorfer, coequiper en Cerdos&Peces y en la sección policiales del extinto Diario Sur, publcó "Adiós Querido Enrique" en su página de Facebook, acompañada de la foto en la que se ve a los dos periodistas junto al colega Mariano Nieva. "La foto fue tomada por Tom Lupo", dice el texto. Se trata de Carlos Luis Galanternik,, mas conocido como Tom Lupo, multifacético conductor de radio y TV y poeta urbano fallecido en mayo de 2020.
Buena parte de la figura mítica sde Symns se forjó en los primeros ochenta, cuando fungía de monologuista en los entreactos durante los shows de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricotta. El periodista rompió con el Indio Solari tras el asesinato a manos de la policía bonaerense del joven Walter Bulacio durante un show de la banda. Así lo contaba la imparable pluma de Enrique:
"Uno de los últimos shows al que concurrí fue en el estadio de La Plata donde la policía actuó ferozmente. Gasearon a la gente y todos huimos, a excepción de Skay que se quedó solo en el escenario tocando un tema de Jimi Hendrix. Yo la pasé peor. El hijo de la Negra Poly, que era policía, me denunció y fui perseguido por las patotas azules buscando la cocaína que escondía. Logré escapar y esa noche sostuve una de las últimas charlas con el Indio. Ya había aroma a repudio a mi libertinaje lindante con la ilegalidad. Y mi siguiente editorial en mi revista “Cerdos y Peces” fue la declaración de guerra. Su título: “Den la alarma” y fue construída con frases de las canciones del Indio en las que se anunciaban malos tiempos para la banda".
El Bukowski argentino
Muchas veces se asoció la narrativa de Symns con la del escritor norteamericano Charles Bukowski. Probablemente ayudaba en tal asociación la desfachatez con que ambos artistas aludían al consumo de alcohol y drogas. Así lo mencionó el mismo Enrique:
"SOY BUKOWSKI. Desde los 20 años que leia todas sus obras, y sin embargo nunca lo leí. No sé si sabés a qué me refiero con leer sin leer, es como tragar sin masticar. Fue apenas hace siete años que leí por primera vez a Bukowsky: “Cartero”. El periodista Claudio Kleiman fue el primero que me lo mencionó: “¿tío, leíste a Bukowsky?” ¡Pero claro!, le respondí con la misma pasión con que a veces respondo cuando me preguntas si vi Batman o La Nave va, films que jamás vería. Pero fue otro periodista que prácticamente me obligó a leerlo, Carlos Polimeni, en un memorable viaje de cobertura periodística al festival de rock en La Falda, me pidió que hiciera un monólogo en el pasillo del ómnibus: “Che Bukowsky…hacete un monólogo”. Fue una pesadilla. A partir de ese momento, amigos y desconocidos, lectores y parientes, me llamaban “Chinaski o Bukowsky”.
En los últimos tiempos, la aparición de Symns en los medios se hizo más errática. La acción de las sustancias consumidas a lo largo de décadas dejaban una huella muy profunda en tdos los aspectos de su vida. Y su propia actitud, refractaria hacia convencionalismos, menospreciaba la amabilidad de colegas y amigos que le daban asilo en sus casas o lo ayudaban a pagar las pensiones del barrio de Constitución en que vivía en los últimos años.
La misma evolución de esta sociedad fue dejando poco espacio para sus críticas demoledoras y, sobre todo, la enorme transformación que produjo la ola verde feminista, dejaban afuera un porcentaje altísimo de su filosofía. Como el que señalaba en párrafos como el siguiente. "No tengo una verga que ver con maricones psicoanalizados como Woody Allen. Porque soy ese borracho, ese tipo que parece un mono, que se emborracha todos los días y de vez es cuando se coge una nena".
Además de las mencionadas Cerdos&Peces y Diario Sur, Symns escribió, entre otras, en la recordada revista El Porteño, en Satiricón, en la revista THC y en el diario Crítica de la Argentina que fundo Jorge Lanata en 2008. Instalado durante un tiempo en santiago de Chile, fundó allí la célebre revista de humor político The Clinic. y fue parte de Falso Impostor, el programa que Gilespi tenía en la Rock&Pop.