Óreo es un perro terapéutico que incorporaron desde la justicia neuquina y que está especialmente entrenado para relacionarse con niños que participan de una entrevista en cámara de Gesell. La idea es que brinde una función terapéutica que ayude a hablar a los niños que son víctimas de abuso.

La raza de Óreo es Labradoodle, una raza canina de origen australiano elegida debido a que sus integrantes no pierden pelo ni caspa, permitiendo ampliar el rango de chicos con los puede trabajar la justicia.

A Óreo lo seleccionaron luego de 60 días de haber nacido, una vez que notaron que era el perro más alegre y amigable de la manada. De esta manera, jugando con Titán y Brownie, los otros perros terapéuticos, fue entrenado para tranquilizar y transmitir efectos positivo a los chicos en el espacio de una cámara de Gesell, una habitación acondicionada para permitir la observación de personas.

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Apenas tiene cuatro meses y lo donó el criadero "Spal Labradoodles" para que interactúe con las personas víctimas de abusos o que son testigos en investigaciones judiciales. "Cuando las voluntades se unen no hay techo para hacer las cosas. Para mí fue un honor donar a Oreo para un trabajo tan importante", expresó Patricia Medardi, dueña de la perrera donde nació Óreo.

El perro es un recurso terapéutico para ayudar a niños, niñas y adolescentes a lidiar con la ansiedad y los nervios en los momentos en que los entrevistan para dar testimonio en el marco de una investigación judicial.

La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, María Soledad Gennari Enfatizó que "el primer relato" de las víctimas y testigos es fundamental y valoró la necesidad de que los niños, niñas y adolescentes estén en un "ambiente confortable, seguro, comprensivo y restaurativo".

De esta manera, Oreo se integra al programa de Perros de Terapia para la Asistencia Judicial, implementado en junio de 2021.