El alumnado de la primaria Francisco Gurruchaga, ubicada en la ciudad portuaria Rosario, acudieron a la escuela en malla y ojotas por autorización del equipo directivo ante la ola de calor que alcanza el centro de Argentina. Durante el recreo pudieron disfrutar de agua fresca facilitada con mangueras por las docentes.
Por otro lado, al alumnado del nivel secundario les permitieron volver a sus casas a la mitad de la jornada debido al calor sofocante de Rosario. También los desobligaron para dar el presente este martes debido a la presión del gremio de docentes públicos Amsafé (Asociación de Magisterio de Santa Fe).
"Hay que abordarlo desde el aprendizaje. Nunca vivimos algo igual y la escuela tiene que dar respuesta, es nuestra obligación interpretar lo que sucede", explicó la directora Mariana Sánchez, quien encabezó la propuesta.
El establecimiento también cuenta con aires acondicionados, pero como hay problemas con la tensión no pueden usarlos. Además, la directora aclaró que la idea de refrescar a los y las alumnas con las mangueras no era "jugar", sino evitar golpes de calor.
Asimismo, Sánchez destacó la "confianza" de la comunidad educativa y familiar que fue lo que permitió llevar adelante la iniciativa, con el aval del Ministerio de Educación provincial. La semana anterior aumentaron los llamados a las familias para que retiren a sus hijos e hijas por descomposturas por el calor.
Por su parte, el titular del gremio Amsafé Rosario, Juan Pablo Casiello, también respaldó la medida y la consideró “una buena idea” para las instituciones que tienen “condiciones básicas”. También desde el sindicato insistieron este lunes con el pedido para que se suspendan las clases en las escuelas que no estén preparadas para enfrentar las temperaturas extremas.