Las semanas con temperaturas extremas superiores a los 35° están llegando a su fin en la Ciudad de Buenos Aires, pero no lo harán de un día para otro. Si bien el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó varios días consecutivos de lluvia para esta semana, recién se espera un descenso de la temperatura para el fin de semana.

La última ola de calor llegaría a su fin el sábado, después de al menos tres días seguidos de lluvia. El comienzo del alivio podría darse entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, pero aún en esos días las temperaturas máximas seguirán arriba de los 30°.

De hecho, el martes será el día más caluroso de la semana con una temperatura máxima de 36° y una temperatura mínima de 27° para la madrugada. Para hoy se espera que la temperatura llegue a los 35° después de los 26° de esta mañana.

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Las ráfagas de viento se mantendrán toda la semana por debajo de los 22 kilómetros por hora, incluso los días de lluvia. Recién se incrementarán un poco más el sábado y podrán alcanzar los 31 kilómetros por hora. Ese día el SMN pronosticó una temperatura mínima de 20° y una máxima de 26°.

Las probabilidades de precipitaciones oscilarán entre el 10% y el 40% desde la noche del martes hasta la noche del viernes. Incluso se esperan tormentas eléctricas hasta la noche del jueves. Para el sábado volverán a descender a 0% o a 10%.

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El miércoles la temperatura mínima será de 25° y la máxima de 32°, mientras que el jueves empezará en 23° y escalará a 30°. Por lo tanto, a pesar de la lluvia, hasta el sábado la temperatura no bajará de los 30° y la semana empezará con el mismo calor sofocante que se presentó las semanas anteriores.

Frente a las temperaturas extremas que baten récords para marzo en el centro y este del país, especialistas en meteorología advirtieron esta semana que se trata de "las olas de calor intensas más frescas del resto de nuestras vidas" y explicaron que Argentina atraviesa el verano más cálido de su historia por una suma de "factores desafortunados" que van desde la variabilidad natural hasta la influencia del cambio climático.

"Esta ola de calor es una combinación de factores desafortunados. Por un lado, por el efecto del cambio climático producido por actividades humanas cada vez que la atmósfera produce un período cálido hay más chances de que se tenga una ola de calor", indicó en diálogo con Télam Carolina Vera, doctora en Ciencias de la Atmósfera e investigadora principal del Conicet.