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Columnistas

El PSG tiene que hacer algo con su estadio

La eliminación del PSG contra el Bayern Munich no solo sigue postergando el sueño europeo de los qataríes sino que también pone en duda la continuidad de Lionel Messi, Christpohe Galthie y hasta del propio Kylian Mbappé, que podría dejar el club el año que viene. A todo esto se suma la negativa de la Alcaldía de Paris de venderles el Parque de los Príncipes, que los llevó a explorar alternativas como reformarlo, mudarse a la otra punta de la ciudad y hasta la construcción de uno nuevo.

El Paris Saint-Germain fue creado en 1970 como fusión del Paris Football Club, nacido en 1969, y el Stade Saint-Germain fundado en 1904. Nantes, Saint-Ettiene, Bordeaux y sobre todo el Stade de Reims eran los equipos más exitosos hasta su aparición, pero ninguno estaba en la capital francesa que buscaba erigir a uno que les disputara el liderazgo.

Inicialmente jugaron en el estadio municipal Georges Lefevre, que usaba el Stade Saint-Germain, pero en 1974 comenzaron a utilizar el Parque de los Príncipes, en el sudeste de la ciudad. Actualmente el campo comunal lo utilizan los juveniles del PSG y está frente a Camp de Loges, el centro de entrenamiento de la Primera.

Todo es historia

El Parque de los Príncipes fue construido como velódromo a fines del siglo XIX en terrenos que pertenecían a la familia real previo a la Revolución Francesa, de ahí la ironía de su nombre. Tuvo dos reformas, una en 1932 y otra en 1972, y posee un estilo constructivista, propio de los inicios de la etapa soviética. Ubicado en el distrito 16 de Paris, es una joya arquitectónica, que tiene casi 48.000 asientos y está a 800 metros del predio donde se juega Roland Garros.

Es propiedad de la Alcaldía de Paris que le permite usarlo desde 1974 y es administrado por una sociedad hoy en poder de la Qatar Investment Authority, la empresa que compró el paquete accionario del club en 2011. En ese momento fue muy importante el rol del entonces presidente Nicolas Sarkozy, muy cercano al emirato, para allanar la venta y que un año antes había instado a Michel Platini a que votara por Qatar como sede para el Mundial 2022.

La alcaldesa de París es Ana María Hidalgo, una española nacida en Cádiz, cuyos padres de mudaron a Lyon cuando ella tenía dos años. Ganó las elecciones en 2014, revalidó mandato en 2020 y el año pasado fue la candidata del Partido Socialista en la presidenciales, donde fue reelecto Emmanuel Macron. Hidalgo ya avisó que no piensa vender el predio del estadio, aunque sí está dispuesta a aprobar una reforma. “El Parque de los Príncipes no está a la venta. Y no se venderá. Esta es una decisión definitiva y firme. Es una herencia excepcional para los parisinos. Por supuesto tenemos que ayudar al PSG en su deseo y necesitamos renovar, incrementar la capacidad y modernizar el estadio. Pero recordemos el contexto restrictivo: parte del estadio se encuentra sobre el periférico, entonces no podemos cavar hacia abajo”.

Los terrenos están posados sobre el límite entre la ciudad y los suburbios lo que complejiza incluso esas reformas. La idea del club es aumentar el aforo de un estadio que para el nivel de estrellas que maneja es bajo, con solo 48.000 asientos. Old Trafford, la cancha del Manchester United, tiene 76.000 butacas, número similar para el Allianz Arena del Bayern Munich y ni hablar del Barcelona que juega en un Camp Nou con capacidad para para casi 100 mil personas.

Dueño de nada

El estadio comunal también impide tomar decisiones unilaterales porque no son propietarios, son gestores. Algo similar a lo que sucede con los equipos cordobeses cuando juegan en el Mario Kempes, propiedad de la gobernación o el José María Minella de Mar del Plata donde Aldosivi hace de local, que pertenece a General Pueyrredón. En Italia Inter y Milan juegan en el Giuseppe Meazza, cuyo patrón es el municipio. Sede de las Copas del Mundo de fútbol masculino de 1938 y 1998, del femenino de 2019 y del masculino de rugby de 2007, tiene una carga fuerte para Argentina. En 1998 el equipo de Daniel Passarella goleó 5-0 a Jamaica con un triplete de Gabriel Batistuta, Los Pumas ganaron la medalla de bronce en 2007 con un paseo sobre el seleccionado local y para 2019 el femenino de fútbol logró sus primeros puntos en copas del mundo con los empates contra Japón y Escocia.

Es por ello que el club encargó dos estudios para reformar o construir una nueva plaza. De acuerdo a lo publicado por el diario L´Equipe, la empresa Legends fue llamada para evaluar un potencial cerramiento del estadio. Esta desarrolladora con diez sedes entre Estados Unidos y Europa ya hizo trabajos para Real Madrid, Liverpool, el complejo de Wimbledon y distintas franquicias de la NFL del fútbol americano. La otra alternativa es la de edificar su propia cancha y en eso está trabajando con la canadiense Colliers para buscar terrenos donde esa chance se haga posible. Si tomamos los precios estimados que costaron los estadios nuevos para el Mundial de Qatar, el más barato fue el Al Janoub de Al-Wakrah con un precio estimado de 286 millones de dólares y el más caro el Icónico de Lusail, donde Argentina fue campeón, a un valor de 2178 millones de la moneda estadounidense. Hassan Al Thawadi, Secretario General del Comité Supremo del Mundial, estimó el año pasado en una nota con la agencia rusa Sputnik que el costo total destinado a estadios fue de 6000 millones de dólares, casi el 1% de PBI argentino para 2023.

Orgullo galo

La última instancia que barajan es comprar una sede y el apuntado es el Stade de France de acuerdo a distintos medios galos. Casa de los seleccionados de fútbol y de rugby fue construído para el Mundial de fútbol masculino de 1998, donde Francia fue campeón. Se estima un valor de mercado de 385 millones de euros, una cifra menor a la que el club pagó en 2017 por Neymar y Mbappé por quienes gastaron 402 millones en lo que todavía son los dos pases más caros en la historia de fútbol. Por el brasilero depositaron 222 millones y otros 180 millones por Kiki. Y acá hay un tema que hasta podría ser beneficioso para el PSG, ya que el propietario es el estadio nacional, el gobierno hoy de Emmanuel Macron, persona clave en la renovación del delantero francés el año pasado. “El presidente llamó y dijo: ‘Sé que quieres irte. Quiero decirte que también eres importante en Francia. No quiero que te vayas. Tienes la oportunidad de escribir la historia aquí. Todo el mundo te quiere’”, reconoció el galo. Además de preservarlo como una suerte de tesoro nacional, Macron apuesta a que sea la cara de los Juegos Olímpicos que se harán en París en 2024. Mbappé quiso ir a los Juegos de Tokio, pero el club no lo cedió y hay quienes deslizan que el mandatario hasta le habría prometido la bandera para la ceremonia de apertura. Como reza la tradición, Grecia abre el desfile de delegaciones por ser el país donde se crearon los Juegos y la cierra el organizador, por lo que el momento cumbre de ese día lo tendría como el protagonista final.

Desde la adquisición Qatar invirtió millones en formar equipos competitivos para ser protagonistas en el país y en el continente. Redoblarán su apuesta a fuerza de petrodólares pata hacerse de una sede a la altura de sus expectativas. Para ganar la Champions necesitarán armar un buen equipo y eso no solo se consigue con dinero.

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