En los primeros días de febrero, cuando la condena a los rugbiers que asesinaron a Fernando Baez Sosa ocupaba todo el espacio informativo, el abogado de los padres de la víctima Fernando Burlando, anunció que sería candidato a gobernador. Sin embargo, el derrotero electoral del letrado al que los medios adoran adjetivar “mediático” empezó con un traspié: el lanzamiento de la campaña se iba a realizar en la ciudad bonaerense de Olavarría pero, por algún motivo nunca aclarado, el acto se levantó algunas horas antes.
No es la primera vez que Burlando anuncia su desembarco en la política, y tampoco es la primera vez que hace mutis por el foro antes de meterse en el barro. Veinte años atrás, se autopostuló para intendente de La Plata y luego dejó disolver la idea en silencio. En otra oportunidad, hubo sondeos para ver si medía como candidato a presidente del club Estudiantes de La Plata, lo que, al parecer, no ofrecía un gran futuro.
Tampoco ayuda a despejar el panorama que se haya difundido la posibilidad de que sea el candidato de Javier Milei en la provincia (algo que Burlando negó, por el momento) y que, simultáneamente el partido con el cual aspiraba a disputar el cerrado panorama bonaerense) está vinculado a dirigentes del interior provincial que se autoperciben peronistas e integrantes del Frente de Todos.
Por estos días, la figura de Burlando, como su candidatura, parece haberse enfriado bastante desde el verano caliente en que sus frases afiladas sobre los jóvenes por entonces acusados del crimen generaban titulares todos los días. Quizás apueste, en este sentido, a cosechar algo del cariño que recibe en las redes su esposa, la conductora Barby Franco, quien acaba de difundir enternecedoras fotos de Sarah, la hija que ambos tuvieron a fines del año pasado.
En caso de que, en este caso, el abogado saque su ambición política del freezer va a necesitar otro caso altisonante. El reciente anuncio de que sería el abogado de Dalma y Giannina Maradona en la causa que se investiga la responsabilidad médica en la muerte del Diego quizás ayude a devolverle algo de visibilidad.
Desde el final del caso Baez Sosa, Burlando fue también visto en el aeropuerto de Neuquén y captó la atención de los medios locales, ya que su estudio defiende a Ramiro Gutiérrez, un joven acusado de atropellar adrede a otro, Facundo Castillo, tras una discusión en una fiesta electrónica.
Sea como fuere, el dato es que el lanzamiento de su candidatura en Olavarría se canceló pocos días después de que una encuesta revelara que, en el mejor de los casos, tenía una imagen que, con un 9% de intención de votos, apenas superaba al alicaído José Luis Espert, muy lejos de las chances del actual gobernador Axel Kicillof y del principal candidato opositor, Diego Santilli.