Alrededor de 2.000 mujeres se movilizaron en la la ciudad pakistaní de Lahore pese a los esfuerzos de las autoridades para prohibir la protesta y su decisión de quitarle la seguridad estatal a un evento que suele ser objeto de ataques violentos.
Las manifestaciones en el Día Internacional de la Mujer recibieron una reacción en contra muy dura en Pakistán desde que comenzaron a realizarse, hace apenas cuatro años. Las personas que se oponen a estas movilizaciones las acusan de promover valores occidentales y liberales y de faltarle el respeto a las costumbres culturales y religiosas de Pakistán.
Durante el martes se realizaron decenas de eventos para marcar el Día de la Mujer, conocido como la Marcha Aurat, en Pakistán. En paralelo, se realizaron protestas contra esas manifestaciones, conocidas a su vez como "marchas del hijab". Estas últimas fueron organizadas por mujeres de grupos religiosos conservadores en Karachi, Lahore e Islamabad, y llevaban como consigna la defensa de los valores islámicos.
En la ciudad de Lahore, las autoridades locales le pidieron a las organizadoras que cancelen la movilización por motivos de seguridad, y aseguraron que el estado no iba a proveer sus fuerzas para cuidar la movilización. Sin embargo, luego de una batalla legal, la Corte Suprema de Lahore dictaminó que la movilización debía realizarse, y el estado tenía que proveer la seguridad necesaria.
Las mujeres marcharon por la ciudad gritando consignas como "respeto para las mujeres" y "terminemos con el patriarcado". Estaban rodeadas por policías antidisturbios, y fueron recibidas por un grupo pequeño de hombres que gritaba "terminen con la obscenidad".
En Karachi, mientras tanto, alrededor de 1.000 mujeres se movilizaron bajo la consigna "Igualdad salarial, protección y paz". En Islamabad, por su parte, 200 mujeres se reunieron afuera del club de prensa de la ciudad. En esta ciudad, la contramarcha tuvo más de 400 asistentes, la mayoría de ellos de partidos conservadores y religiosos.
