Javier Ferrer es el último coach de moda en las redes sociales. Un personaje que se define a sí mismo como “empresario”, “asesor de negocios” e “instructor de vida” que suele aparecer en videos con una actitud ostentosa y trata de transmitir una “nueva mentalidad” para que sus seguidores alcancen la “prosperidad económica”.
Su popularidad, sin embargo, es mucho más irónica que la de otros líderes carismáticos que se presentaban como la nueva gallina de los huevos de oro, como Leonardo Cositorto, por ejemplo. En el caso de Ferrer, al parecer, sus seguidores parecieran relativizar mucho más su influencia y se han generado todo tipo de bromas y parodias.
A pesar de ello, Ferrer se toma bien a serio a sí mismo. El “instructor de vida” habla siempre a la cámara, con un tono seguro y desde una posición en la que presume tener todas las respuestas. A su audiencia la trata de “normales” y las clasifica como aquellas personas que trabajan ocho horas por día.
Su presentación en su canal de YouTube dice: “Soy Javier Ferrer, empresario, cuento con 30 años de experiencia en el sector de Finanzas y Real Estate (…) Me he convertido en un amante del progreso personal y es por esto que he tomado la decisión de aportar mis conocimientos en la sociedad, con el propósito de fomentar un sistema de pensamiento diferente del habitual entre quienes pretenden alcanzar grandes objetivos de vida pero han sido formados y educados de una cultura de escasez en los logros considerables que son imposibles de alcanzar”.
He tomado la decisión de aportar mis conocimientos en la sociedad, con el propósito de fomentar un sistema de pensamiento diferente del habitual entre quienes pretenden alcanzar grandes objetivos de vida pero han sido formados y educados de una cultura de escasez
Su emprendimiento se llma The Luxury World (El Mundo del Lujo) y consiste en una página en que ofrece enseñar “métodos modernos de creación de riqueza” que serían accesibles para todo el mundo, “sin importar la edad o la cantidad de dinero que se tenga”. La membresía, que cuesta $952 mensuales, da acceso a todo el material que genera Ferrer y promete un retorno “en dólares”.
Tras su aparición en medios y las generalizadas sospechas de estafa, Ferrer decidió eliminar todas sus publicaciones de Tiktok, Instagram y Youtube y publicó un comunicado en el que acusa una “campaña de difamación” que contaría con financiamiento.