La Juventus goleó 3-0 al Nantes por la vuelta de los 16avos de final de la Europa League con un Ángel Di María en modo final del Mundial. El argentino jugó un partidazo y convirtió los tres goles del equipo italiano para la clasificación a octavos de final, tras haber empatado de local frente a los franceses.
Tras el 1-1 en Turín, la Vecchia Signora salió con una actitud agresiva, y el rosarino lo iba a demostrar apenas a los cuatro minutos. Recibió la pelota justo en el ángulo derecho del área, le pegó de primera con la cara interna hacia el palo más lejano del arquero y la pelota se metió en el ángulo. Golazo descomunal.
Solo quince minutos después iba a tener la posibilidad de ampliar la ventaja. Con una apilada genial, el Fideo quedó frente al arquero, pero la pelota tuvo una serie de rebotes que derivó en un penal por mano de Nicolas Pallois, que además se fue expulsado. Di María se hizo cargo de la pena máxima y puso las cosas 2-0.
Di María hizo tres goles: un golazo de afuera del área, un penal, y un cabezazo con suspenso por el VAR para clasificar a octavos.
En la segunda mitad iba a poder completar la jornada con la frutilla del postre, hat trick y la pelota a casa. El delantero buscó con la cabeza una pelota que caía en picada cerca del palo y alcanzó a mandarla por detrás de la línea, aunque el arquero la sacó y el VAR tuvo que chequear si había ingresado todo el balón.
Así, el argentino volvió a bailar a un equipo francés. Para colmo, a falta de diez minutos para que termine el partido, el entrenador Massimiliano Allegri lo sacó de la cancha y fue silbado por todo el estadio. En su lugar ingresó su compatriota y también campeón del mundo, Leandro Paredes, que se reía de la situación.