En medio de lo que venía siendo un verano agobiante, el frío llegó sorpresivamente en pleno febrero con tal intensidad que se registró una mínima de 7,9 grados este viernes. Con esta temperatura, la Ciudad de Buenos Aires batió un récord: alcanzó la temperatura más baja en el mes de febrero desde que existen registros.

Pero el récord por frío en verano no es el único que rompió la Ciudad en la última semana: sólo cinco días atrás, el domingo 12, los termómetros registraron la temperatura más alta en más de medio siglo: 38,1°C. Esta marca se alcanzó en medio de lo que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) calificó como el trimestre más caluroso que atravesó el país desde 1961, cuando empezaron los registros.

En este marco, la meteoróloga Cindy Fernández explicó que, entre noviembre y enero, "las temperaturas estuvieron entre 1,5 y 2º C por encima de lo normal”. En lo que va de verano, ya hubo ocho olas de calor en Argentina, mientras que en los últimos 10 años no habíamos tenido más de cinco por temporada.

Si bien no es la primera vez que ingresan masas de aire frías en pleno verano, "este año lo que nos está descolocado a todos los argentinos es que pasamos de una ola de calor a un frío extremo en 5 días", explicó Fernández a Chequeado. "Este cambio es bastante extremo, no suele ser normal que tengamos estas variaciones tan abruptas de temperatura”, indicó la meteoróloga.

Mientras tanto, las explicaciones sobre las causas de esta oscilación tan extrema entre calor y frío en muchos casos se contradicen. Mientras que meteorólogos del SMN como Fernández sostienen que no se pueden atribuir al cambio climático por ser "un hecho aislado", los ambientalistas no descartan la relación.

El cientista ambiental Inti Bonomo explicó en sus redes sociales que "aunque no hay evidencia en Argentina que el cambio climático aumente las olas de frío", la relación no debe descartarse porque "la amplitud es propia del cambio climático" y "habrá que espera unos años para ver la tendencia".