Más de la mitad de los niños y adolescentes de los barrios populares de CABA están en situación de malnutrición y gran parte de las familias redujo los alimentos que consume durante el último año, según un informe de la Universidad Popular Barrios de Pie.
El informe señala que el 54,6% de los niños y adolescentes sufren malnutrición y el porcentaje se eleva a 61% para los niños de 0 a 6 años. Además, revela que nueve de cada 10 familias "temen en poco tiempo no poder alimentarse por falta de recursos".
Al mismo tiempo, del total de familias "un 58% dijo que tuvo que achicar las porciones de lxs adultxs" y "el 45% tuvo que hacerlo también con sus niñeces". Uno de cada cinco grupos familiares consume solamente carnes con alto contenido graso y bajas en proteínas y sólo un 12,8% come verduras a diario.
El 60,9% de las familias tuvo que disminuir el consumo de carne de un año al otro; alrededor de la mitad de los encuestados disminuyeron la ingesta de frutas y el 51,4%, la de lácteos.
Los datos surgen de un relevamiento realizado entre agosto y septiembre de 2022 en diez barrios populares porteños: Barracas, Bajo Flores, Cildañez, Fraga, Villa Soldati, Villa Lugano, Ciudad Oculta, Pirelli, Retiro y Piedra Buena. El estudio comprendió a 179 familias y 1752 chicos de la Ciudad de Buenos Aires que se acercaron a diferentes espacios comunitarios.
Este miércoles a las 18 horas el trabajo de la Universidad Popular será presentado oficialmente en la Legislatura porteña bajo la convocatoria de Laura Velasco, diputada del Frente de Todos y presidenta de la Comisión de Políticas de Promoción e Integración Social.
"El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta aprobó un presupuesto para el 2023 de 2 billones de pesos pero con fuertes recortes en materia de asistencia alimentaria, ajustando por quienes más necesitan del acompañamiento del Estado", comentó Velasco.
La diputada aseguró que le preocupan "muchísimo" las consecuencias de la malnutrición en los barrios populares, sobre todo cuando se trata de "niños, niñas y adolescentes" por ser un problema que afecta directamente al crecimiento, el desarrollo y la salud en general. En este sentido, remarcó que las estadísticas son necesarias para "poner en discusión estrategias en articulación con el Estado que nos permitan revertir la situación".
Con información de Télam.
