Hace ya más de 10 años que una investigación puso en duda que Pablo Neruda hubiera muerto de cáncer de próstata, como se creía oficialmente, y apuntó hacia la posibilidad del asesinato. Ahora, un panel de expertos está a punto de revelar información clave y el sobrino del poeta asegura que los datos confirmarán la versión del homicidio.

Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende para instalar la dictadura de Augusto Pinochet. En principio se creyó que la causa habría sido su avanzado cáncer de próstata, hasta que en 2011 trascendieron declaraciones de su exchofer, Manuel Araya, quien aseguró que el poeta chileno murió de una inyección letal.

Desde entonces, el partido Comunista de Chile al que perteneció el poeta presentó una querella para que se investigara su muerte y se conformaron tres paneles de expertos distintos para investigar la posibilidad del asesinato. El primer panel de expertos había descartado la hipótesis y reafirmado la muerte por cáncer de próstata.

Las pruebas del asesinato a las que apunta Reyes son el hallazgo de la bacteria en el cuerpo de Neruda y el hecho de que la misma sea de origen endógeno.

Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, insistió sobre la posibilidad del asesinato y pidió que se hicieran nuevos estudios, con lo cual se conformó un tercer panel que detectó, en 2017, la bacteria Clostridium botulinum en uno de los molares del escritor. ​ Se trata de una bacteria que no se corresponde con los tratamientos para el cáncer y que, cuando es alterada, es tóxica y puede acelerar la muerte de una persona.

Ahora se está por conocer el resultado de los trabajos de un tercer panel, cuyo objetivo es determinar si la bacteria fue de origen endógeno o exógeno. Si se comprueba que la bacteria es de procedencia endógena, significará que fue inyectada, lo cual probaría el envenenamiento. Reyes asegura que el panel ya confirmó esta posibilidad.

“Lo puedo decir porque conozco los informes", aseguró en diálogo con El País. "Lo digo yo, como abogado y sobrino, con mucha responsabilidad, porque la jueza no lo puede señalar todavía, pues ella tiene que tener toda la información”, explicó. “Esto es lo que estábamos esperando, porque el panel de 2017 ya había encontrado Clostridium botulinum, pero no se sabía si era endógeno o exógeno, o sea, si era interno o externo", agregó Reyes, y reveló que "ahora se comprobó que era endógeno y que fue inyectado o colocado”.

El informe del que habla Reyes se entregará este miércoles a la jueza Paola Plaza, con lo que se espera que se hagan públicos los hallazgos del panel. La información de los expertos no será vinculante para la decisión que tome la jueza pero podría ser un elemento de peso. Desde marzo la funcionaria deberá evaluar las pruebas para definir si hubo o no envenenamiento.