La economista formada en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Candelaria Botto, tiene experiencia simplificando lo más complejo de la realidad argentina para que esté al alcance de cualquiera. De esta forma, analizó el año electoral que se viene y los desafíos del próximo gobierno en diálogo con Diario Con Vos.
Con 31 años forma parte de la organización Economía Femini(s)ta y por su divulgación en sus redes sociales suma más de 110 mil seguidores. Además, hace tres meses que “dice cosas” sobre la actualidad económica con su colega Gonzalo Finlez en YouTube.
Para llegar bien a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto y encarar aún mejor las generales del 22 de octubre, Diario Con Vos le preguntó a Candelaria Botto en qué conviene poner el ojo electoral y qué puede hacer el próximo gobierno con el dólar.
“El régimen cambiario actual es muy complejo porque hay muchos tipos de cambio distinto y porque parece que está tapando más hoyos que resolviendo problemas, parecen manotazos de ahogados todo el tiempo”, explicó la economista y añadió: “Eso no implica que Argentina no tenga que tener regulación cambiaria”.
¿A qué tres temas económicos le tienen que prestar atención los y las votantes este año?
Hay un eje principal que tiene que ver con la inflación porque es la que determina el poder adquisitivo de los salarios y de todos nuestros ingresos, así que es un eje fundamental para ver la evolución que tienen esos ingresos reales para los trabajadores, pero también para los jubilados, jubiladas, beneficiarias de asignaciones y tal. Hay otro punto que hay que tener en cuenta que tiene que ver con lo que a veces se llama política social aunque sea política económica y en ese sentido esta semana vamos a presenciar distintos cortes de los movimientos sociales, de los movimientos piqueteros por la reducción que hubo en los beneficiarios de estos planes sociales, trabajo, cooperativas, como lo querramos nombrar, pero que impactan en el bolsillo final y que también hay que entender que esos movimientos son mayoritariamente mujeres justamente por la feminización de la pobreza.
¿Y el tercero?
Un punto muy importante a la hora de votar que no tiene tanto que ver con lo que pasó sino con lo que uno cree que va a pasar, uno voto al fin y al cabo un proyecto, una idea entonces hay una cuestión ideológica de propuesta que es fundamental y que nosotras con Feminindex que es nuestra herramienta de seguimiento de la agenda de género lo que buscamos es tener un voto informado.
El Feminindex de las elecciones legislativas de 2021 descubrió una tendencia mayoritaria a que avance la agenda feminista, ¿creés que se va a mantener esa tendencia en estas elecciones? Teniendo en cuenta que el discurso parece más derechizado.
La realidad es que creo que el discurso no solo se derechizó, pero no quiero usar la palabra "derecha" como algo abstracto, sino que se está haciendo campaña electoral diciendo "vamos a privatizar las empresas públicas", "vamos a achicar el presupuesto" y, en el caso de Patricia Bullrich, "hay que sacar el ejército a la calle para controlar la situación de Santa Fe". No es menor eso en términos ideológicos, sino como feminista no es menor porque sabemos que somos las más afectadas por las crisis económicas y por los impactos que tienen esas políticas contractivas.
¿Qué tienen en mente para este año?
Entonces estamos repensando un poco qué es lo que vamos a mostrar de hacer ese seguimiento de la agenda de género, que no sean solo compromisos de leyes sino también qué se está diciendo, cuál es el discurso de esa campaña, qué es lo que se dice de los candidatos en las redes, eso es algo que vamos a hacer nuevo, pensar un poco más el eje de violencia política de cómo viven las mujeres la política, el presentarse a elecciones, qué es lo que se dice de las mujeres y de los varones. Innovar un poco en ese proceso.
¿Los candidatos y candidatas creés que se van a centrar en los mismos ejes que mencionaste en el caso de los y las votantes?
Yo creo que la inflación es algo que preocupa mucho a este gobierno porque es un poco la válvula de la temperatura en las personas. Sí creo que hay una desconexión fuerte con todo lo de las internas, no estoy diciendo nada novedoso, para mí es algo que es muy evidente para cualquier persona. Estamos viviendo un montón de situaciones muy complejas en el día a día, en el llegar a fin de mes, en un sueldo que alcanza cada vez menos, en el que aumentó la carne y el pan y por otro lado ves a los partidos políticos discutiendo internas que son muy lejanas a las personas.
Hay una distancia entre lo que se discute en los partidos políticos y lo que se discute en la calle que es muy peligrosa porque lo que termina ganando es ese discurso anticasta, antipolítica.
Candelaria Botto, economista
¿Qué consecuencia puede tener esa desconexión?
Hay una distancia entre lo que se discute en los partidos políticos y lo que se discute en la calle que es muy peligrosa porque lo que termina ganando es ese discurso anticasta, antipolítica porque entonces ellos se están defendiendo a sí mismos y no les importa nada de lo que pasa y ahí están esos 20 puntos que mide (Javier) Milei y que en vez de estar preguntándose por qué gana ese discurso lo que parece es cómo seducimos al público que se siente cercano a ese discurso, bueno hablándole de los problemas que los atraviesan,
¿Creés que estamos muy lejos de que un partido tome las políticas públicas de cuidado como parte de su campaña apuntada a la clase media?
Sí, parece que pasaron mil años, pero hubo un anteproyecto de un Sistema Integral de Cuidados que lo produjeron académicas de la ostia de Argentina: Eleonor Faur, Corina Rodríguez Enriquez, teóricas feministas con mucha trayectoria y especialistas en la temática. Crearon un proyecto de un Sistema Integral de Cuidados que es muy bueno y que luego lo que se presentó era un proyecto de extensión de licencias, no llegó presentarse una idea como en Uruguay de Centros de Cuidado y tal. Que igual la extensión de licencias es importante, no le estoy quitando peso.
¿A qué creés que se debe?
Creo que hay algo que es un fenómeno, más global también, de mayor precarización de la vida en general y de los trabajadores en particular donde muchas discusiones que teníamos en 2020 hoy en día parecen imposibles porque hoy en día en Argentina por el Fondo Monetario Internacional (FMI) es imposible plantear nada que agrande el déficit fiscal. De hecho, el año pasado no solo cumplimos la meta, la sobrecumplimos, o sea se podría haber gastado más, se podría haber dado un bono a quienes cobran 30 mil pesos del Potenciar Trabajo y se decidió por política no hacerlo para poder cumplir más con el FMI entonces creo que ese es el problema.
¿Cómo evaluás la gestión de la exdirectora nacional de Economía, Igualdad y Género Mercedes D'Alessandro?
Creo que es muy importante que haya una Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género dentro del Ministerio de Economía, eso en sí mismo me parece una victoria y después hubo hechos concretos; como haber hecho la cuantificación de cuánto aportaba el trabajo doméstico no remunerado al total del PBI, creo que es un documento muy importante para construir política pública, es un documento importante para generar acciones de política pública.
¿Cómo considerás que lo usaron?
No sucedió. No por responsabilidad de ella porque al fin y al cabo es una dirección, no es ni siquiera una subsecretaría. Creo que hubo un rol importante ahí en lo que fue el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y que ese IFE incluyera a las trabajadoras de casas particulares, toda esa perspectiva medio se dio por sentado pero no hubiese sido posible si no estaba Mercedes ahí adentro insistiendo para que se tuviera en cuenta esa realidad. Así que yo creo que fue muy buena la gestión con los límites que tiene una dirección en un ministerio.
En Argentina, por la historia que tiene nuestra moneda y porque somos un país que tiene inflación media-alta, sí o sí tenés que regular el mercado de cambios.
Candelaria Botto, economista
¿Con qué opciones podría contar el próximo gobierno para lidiar con los diferentes tipos de dólares?
Es verdad que el régimen actual cambiario es muy complejo porque hay muchos tipos de cambio distinto y porque parece que está tapando más hoyos que resolviendo problemas, parecen manotazos de ahogados todo el tiempo. En ese sentido, es poco claro y no ayuda al juego económico. Pero eso no implica que Argentina no tenga que tener regulación cambiaria porque lo que le pasó incluso al gobierno de Macri hace no tanto tiempo es que liberaron el cepo y luego lo tuvieron que volver a poner porque en Argentina, por la historia que tiene nuestra moneda y porque somos un país que tiene inflación media-alta, sí o sí tenés que regular el mercado de cambios.
¿De qué manera?
Sí o sí tenés que tener algún tipo de regulación y de diferenciación entre los dólares que son para importar insumos que necesitás para producir y los dólares que son para llevarte la guita afuera o para comprar productos terminados afuera, por ejemplo. Eso sí o sí es necesario y para el dólar que se exporta. Entonces necesitás regulaciones cambiarias, podés hacer reglas cambiarias más claras.
¿Y cómo puede evitar la devaluación?
La devaluación es la relación del peso con el dólar y si vos querés que esa relación mejore tenés que tener más dólares. Ahora hay una ficción donde se cree que Argentina no genera dólares y es mentira, Argentina genera muchísimos dólares. De hecho, tenemos un sector exportador increíble, agroexportador increíble. Hemos tenido superávit de más de 30 mil millones de dólares durante la gestión de Guzmán y esos dólares no quedaron en Argentina. Entonces la pregunta ahí es 'Bueno, ¿a dónde se van esos dólares?'.
¿Y a dónde se van?
En general, en el último tiempo, lo que pasó es que esos dólares se fueron a pagar deuda, no solo deuda del estado nacional sino deuda de las empresas privadas. Entonces las herramientas del próximo gobierno dependen de qué regulaciones ponga para los dólares que se van porque los dólares se generan, el tema es cómo hacemos para que se queden en Argentina, ese es el gran desafío.
