Anoche el juez federal Luis Armella permitió el ingreso provisorio al país de las seis mujeres embarazadas rusas que habían sido demoradas en el aeropuerto de Ezeiza por problemas de documentación.
Las embarazadas rusas permanecían retenidas en el aeropuerto de Ezeiza desde el jueves, cuando también llegaron aproximadamente otras 30. El problema con las seis demoradas fue que no supieron responder a las preguntas que se les hicieron en el aeropuerto y dijeron que eran turistas, pero no indicaron a qué dirección se dirigían ni mostraron pasaje de vuelta. Lo que terminó de motivar la decisión de liberarlas fue "el estado de avanzada gravidez" de las mujeres además de "razones humanitarias", según la Justicia.
Sobre la retención en el aeropuerto, que de parte de las embarazadas denunciaron como "cruel, inhumana y degradante", el juez Armella sostuvo que "fue lo correcto". Para radicarse en el país, argumentó "hay que hacer los trámites correspondientes y no declarar ingreso de turista".
En línea con lo denunciado por el abogado de las mujeres, que presentó recursos de habeas corpus para su liberación, la Fiscalía tuvo en cuenta que el trato estaba siendo discriminatorio. Por su parte, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignaro, explicó que la retención respondió a un procedimiento administrativo habitual que se aplica en los casos del "falso turista", ante posibles fines delictivos detrás de la llegada al país.
La funcionaria aclaró que "no es un delito" venir a tener un hijo al país, pero que las personas "de nacionalidad extra Mercosur", deben "ir al consulado y sacar una visa y explicar los motivos". Además, alertó sobre la existencia de posibles bandas delictivas detrás de la llegada de estas mujeres: "Hay una investigación judicial que está detrás de estas bandas que traen a mujeres y hombres, y atrás hay un negocio millonario", aseguró.
"La cantidad es realmente grande por día. Anoche, en el último vuelo de Ethiopian, entraron 33 ciudadanas rusas con embarazos de entre 32 y 33 semanas", añadió. Por sospechar que podría tratarse de un caso de trata de personas, las autoridades entrevistaron a más de 300 ciudadanas rusas, todas las cuales contaban con "un alto poder adquisitivo", llegaron solas y aseguraron "que habían venido por medio de agencias que les ofrecían todo un paquete".
Se especula que la llegada de tantas mujeres embarazadas rusas tiene que ver con la situación de guerra entre Rusia y Ucrania y con los beneficios del pasaporte argentino.
"Todas vienen justo en la semana 33, hay un patrón de conducta que está investigando la Justicia y para la cual Migraciones aportó información", aseguró Carignano y especificó que, a diferencia de las seis que quedaron retenidas, muchas "venían con pasajes o alquileres". El último año, según precisó la funcionaria, ingresaron al país 10.500 personas de nacionalidad rusa, entre ellas "5.819 mujeres embarazadas", y de esas 10.500, 7.000 "ya no están en el país".
"Nosotros estamos encantados de que vengan a hacer su vida a la Argentina, pero el problema es que llegan, tienen los hijos, los anotan como argentinos, dejan un poder a los apoderados, se van y no vuelven más. Acá hay gente que está usando nuestro pasaporte", protestó.
Se especula que la llegada de tantas mujeres embarazadas rusas tiene que ver con la situación de guerra entre Rusia y Ucrania y con los beneficios del pasaporte argentino, que según detalló The Guardian "permite visitar 171 países sin visa, incluidos la Unión Europea, el Reino Unido y Japón", además de permitir acceso al sistema de salud del país.
Con información de Télam.
