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Sociedad

El tribunal ordenó investigar a otros dos rugbiers por falso testimonio

Se trata de Juan Pedro Guarino y Tomás Colazo, amigos de los culpables del asesinato de Fernando Báez Sosa. Ahora, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores ordenó que se los investigue por el delito de falso testimonio, como había pedido previamente la fiscalía.

Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christina Rabaia dieron lugar al planteo de la fiscalía para que se extraigan copias de la causa y comience una investigación que establezca si los dos rugbiers que no fueron acusados cometieron falso testimonio.

Previamente, el fiscal Juan Manuel Dávila había comentado sobre ellos que "por una omisión, mintieron", y que, por lo tanto, iba a pedir que se arme la causa por el delito en cuestión. De ser declarados culpables, pueden ser condenados a entre seis meses y dos años de prisión.

Guarino, cuando le tocó declarar, contó que vio como Máximo Thomsen y Matías Benicelli discutían con otros jóvenes. "Después -relató- me entero que era porque le habían tirado un vaso". Luego, contó el testigo, y ya afuera del boliche, vio como Luciano Pertossi estaba "peleando con otro chico". Fue a ver cómo estaba él, habló con los dos Pertossi, y después vio a Máximo Thomsen y a "un chico tirado en el piso", es decir, a Fernando Báez Sosa.

En una respuesta al abogado Fernando Burlando, Guarino precisó que vio "a Máximo al lado de un chico tirado, me imaginé que se estaban peleando" antes de irse del lugar. Siguió: "Habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones. Había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar me iba a volver de las vacaciones. Nunca lo pude creer".

Colazo, mientras tanto, identificó a sus amigos en los videos del incidente. Contó que intentó frenar a Thomsen para que no se pelee, pero que no recordaba mucho más que eso. Cuando Burlando le preguntó si sus amigos se habían preocupado por la persona a la que habían golpeado, respondió: "Creo que no". Luego, contó que fue con Blas Cinalli a comer a McDonald's, y que no se enteró de nada más sobre el incidente hasta el día siguiente.