El abogado argentino Guido Croxatto se sumó al equipo jurídico que defiende al destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, después de visitar al exmandatario en la cárcel de Barbadillo. “No se le respetó el derecho de defensa, que es una prerrogativa que tiene un presidente en un antejuicio político”, expresó el letrado.
El letrado argentino ahora es parte “ad-honórem” de la defensa de Castillo, tras un viaje a Perú junto al exintegrante de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni, de quien se define como “discípulo”. Juntos intentaron visitar al presidente destituido en una primera oportunidad, pero no pudieron por “las trabas burocráticas del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) del Perú”. Finalmente, sólo Croxatto se reunió con el mandatario más tarde.
“Castillo está aislado, no se le respetan los mismos derechos de defensa en juicio que a cualquier ciudadano y todo se hace doblemente difícil”, denunció Croxatto. El flamante defensor del exmandatario aseguró que “a veces ni sus abogados lo pueden ver”. “El propio Castillo me tuvo que hacer una nota firmada de puño y letra, y eso llegó a la Corte Suprema en un trámite para que yo me integre a la defensa”, dijo sobre el encuentro.
En tanto, el abogado argentino manifestó que “el golpe no lo hizo Castillo, se lo hicieron a él, que estaba cuestionando el racismo del sistema político peruano, un racismo que ahora ya tiene 70 muertos en Perú y 20 desparecidos en la selva”. En diálogo con Télam, sostuvo sobre la crisis política y social en Perú que “las muertes empiezan cuando la ponen a Boluarte y él está preso en una situación irregular”.
Por último, afirmó que en Perú no se respetan los derechos humanos: “Es lo más parecido a una dictadura que hay en la región, desde hace mucho tiempo”. “El gobierno de Dina Boluarte ya no es una democracia, en Perú no hay libertad de expresión, hay detenciones arbitrarias, hay desaparecidos, hay periodistas heridos en las manifestaciones y a los estudiantes se los requisa, como a unos estudiantes de Ayacucho a los que les secuestraron libros de Derecho penal”, concluyó Croxatto.
