En el partido en el que el PSG le ganó 3-1 al Montpellier por la fecha 21 de la Ligue 1, Kylian Mbappé tuvo una de las peores actuaciones en su carrera. Erró dos penales, tiró un rebote arriba del arco y, para colmo, salió lesionado cuando se jugaban apenas 20 minutos del primer tiempo. Encima, para la rabia del francés, Lionel Messi hizo un gol.

El subcampeón del mundo tuvo la oportunidad de abrir el marcador a los 7 minutos, cuando el árbitro cobró penal para el equipo parisino. El francés pateó al mismo lugar que lo hizo en los tres penales que convirtió en la final con Argentina, pero esta vez el arquero Benjamin Lecomte se lució con una gran atajada.

Sin embargo, el VAR le cobró un adelantamiento (mínimo, solo había despegado el talón) que obligó a repetir la ejecución. En la segunda chance, Mbappé pateó al otro lado, pero el arquero también cambió, llegó a desviarla un poco y la pelota se estrelló en el palo. En el rebote, el delantero recibió la pelota de lleno, con el arco vacío, pero la tiró por arriba del travesaño.

Encima, unos diez minutos después le hicieron una falta cerca del área y quedó muy dolorido en una de sus rodillas. Los médicos ingresaron al campo de juego para atenderlo y constataron que no podía seguir en cancha. Fue así que el entrenador Christophe Galtier decidió sacarlo por lesión y se fue directo a los vestuarios.

Para colmo, su enemigo deportivo, aunque compañero de equipo, iba a convertir un golazo para poner el 2-0 parcial en el segundo tiempo. Messi, que recibió la pelota con un lindo pase filtrado, quedó cara a cara con el arquero, y cuando parecía que lo iba a eludir porque no tenía espacio, inventó un pequeño "globito" que pasó por el costado de Lecomte.